La vida es infinita.

Es ilimitada.

Es eterna.

Pretender luchar con ella desde un pensamiento limitado y distorsionado es sufrir.

Pretender controlarla para no sentir el miedo es huir.

Pretender resisitirte a tu vulnerabilidad es negarte a ser humano.

Pretender frenar tu transformación constante es adulterar tu verdadera esencia universal.

No somos nada comparados con la vida.

No te enfrentes a ella pensando en cómo debería ser.

Ella sabe más que nadie cómo ha de ser.

Siéntela y vívela.

No la ningunees desde un pensamiento.

Te machacará.

Enamórala con todo tu SER.

Te respetará.

Fluye con ella.

Utiliza todo tu poder, que para ello se te dio.

Mírala a los ojos.

No huyas.

Compréndela.

Ámala.

Observa y escúchala.

Te habla a cada instante.

A cada paso.

Te da la señal necesaria.

Valora el milagro.

Quizá no lo ves, pero que estés aquí, en este instante en medio de la eternidad, es un auténtico milagro.

Para.

Respira.

Siente.

Gestiona.

Sé consciente.

Reflexiona.

Haz consciente lo inconsciente.

No automatices.

Conoce tu historia.

Enfoca.

Visualiza.

Prioriza.

Decide.

Llora.

Ríe.

Frústrate.

Grita.

Siente el miedo.

Rabia.

Siéntete humano.

Experimenta la vulnerabilidad.

No pretendas ser fuerte si no lo eres.

No quieras ser quien no eres.

Sé auténtico.

Sé puro.

Permite que la experiencia te transforme.

Perdona.

Las personas dan lo que tienen en su interior.

El problema no es lo que te dan.

Es lo que no tienen para darte.

La inconsciencia es muy dolorosa.

Y convierte en ciego a quien vive con ella.

Sueña.

Imagina.

Crea.

Innova.

Inspírate.

Permítete SER quien tú quieras SER.

Ama.

Valora lo que has hecho.

Recuerda lo que te gustaba en tu infancia.

Ilusiónate otra vez.

Vibra.

Toma consciencia de tu cuerpo.

De tus células.

Del gran Universo que existe dentro de ti.

Siente tu energía.

Muévela.

Escucha cómo late tu corazón.

Cómo bombea.

Descansa.

Pasea.

Medita.

Oxigena tu cerebro.

Practica el silencio.

Abrete a momentos de soledad consciente.

Deja pasar pensamientos.

No te enganches con ellos.

No son reales.

No son más que ideas que te distorsionan la realidad.

Duerme.

Vive.

Reinvéntate.

O no.

Haz lo que quieras.

Pero que sea tuyo.

De nadie más.

Sé original.

Sí, sé raro.

Sé especial.

Sé esencial

Sé único.

Sé diferente.

Serás eterno.

No te culpes.

Simplemente, levántate y aprende.

Trátate bien.

Mímate.

Háblate con ternura.

Permítete vivir en libertad.

Equivócate.

Permítete el error.

Crecerás.

El error es evolución.

Acepta.

Habla.

Comunícate.

Conócete.

Escribe sobre ti.

Haz lo que te pida el alma.

Transfórmate.

O no.

Corre.

Vuela.

Pero toca de pies al suelo.

Sueña lo que quieras.

Aspira a ser grande.

Muy grande.

Pero trabaja como si fuera pequeño.

Muy pequeño.

Sé humilde.

Sé humilde.

Sé humilde.

Nunca pierdas el norte.

Si el ego te sube, date cuenta y vuelve a bajar.

Cuanto más rápido, mejor.

Recuerda siempre que no somos nada.

Que no eres mejor que nadie.

Ni peor.

Eres único y especial.

Si alguien te desprecia no va contigo.

Va con la rabia, la ira, la tristeza y el miedo de quien lo hace.

Si alguien no te valora, no te respeta o te desprecia es porque ni se respeta, ni se valora ni siquiera es consciente de que existe.

Has venido a vivir tu experiencia.

No la de otros.

Mira hacia arriba.

Pero cuando hayas visto las estrellas vuelve a mirar las raíces.

Nunca las pierdas de vista.

Si no, te la pegarás.

El éxito está en lo básico y esencial.

En lo más simple.

En el pasito.

A la vida se la gana abajo.

No arriba.

Suelta.

Permite que la vida te traiga lo que mereces.

Reacciona poco.

O nada (si puedes).

Busca la armonía.

No juzgues.

Vive en paz.

Primero, contigo mismo.

Y por proyección, después con los demás.

Ayuda a las personas que no pueden.

Que no tienen.

Nunca sabes dónde puedes acabar tú.

La vida da muchas vueltas.

Sé amable.

Reconoce a las personas.

Transmite desde el corazón.

Todos tenemos uno aunque esté muy escondido.

Ten compasión.

Da lo mejor de ti al mundo.

Emociónate.

Siente cómo corre la sangre por tus venas.

No vivas a través de los demás.

Vive por ti y a través de ti.

Sé tú la referencia.

No hay nada mejor para llegar que no pretender llegar.

No hagas nada por los demás.

Hazlo por ti.

Y te será muy sencillo hacerlo para lo demás.

Vive tu expansión.

!!Existe!!

Y si hasta ahora no lo has conseguido, hazlo ahora.

Mañana no.

Ahora.

Respira hondo.

Date cuenta de que estás vivo.

De que te tienes a ti.

Y empieza.

Da un pasito.

Uno sólo.

Y mañana otro.

Y otro.

Y otro.

Hasta que puedas.

Hasta que seas.

Hasta que existas.

Porque puedes y te lo mereces.

Haz que el mundo sea un poquito mejor cada día.

El tuyo, el primero.

Y cuando hayas hecho todo esto, si quieres, piensa.

Ya no creo que te haga falta.

Sin pensar mucho, la vida te servirá la «suerte» en bandeja de plata.

Y caerá rendida a tus pies.

Esto no es ninguna lucha.

Es LA VIDA.

TU VIDA.

El camino de tu alma.

Recórrelo a cada instante sin pensar en lo que fuiste ni en lo que serás.

Disfruta de lo que ERES.

Ahora.

Aprovecha el momento.

Vívelo.

No luches con la vida.

Fusiónate con ella.

Desde el alma.

Rafa Mota

Personal Coach

www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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