Aquí tienes los  diez puntos que te llevarán a cambiar una vida.

Si los cumples a rajatabla y los entrenasa a diario, tardarás más o menos tiempo en integrarlos, pero no te quepa duda de que tu vida cambiará.

Respira

Cuando uno se plantea cambiar de vida o empezar de nuevo, lo lógico es empezar por el principio.

Como volver a nacer.

¿Qué fue lo primero que hiciste cuando llegaste a este planeta?

Respirar ¿no?

Pues te diría que lo primero es aprender a respirar.

Respirar conscientemente.

Y abdominalmente, porque activarás el sistema nervioso parasimpático.

El que te lleva a la serenidad y a la relajación.

Como la que tienen los bebés y los animales.

Que son los que viven conectados y felices.

La respiración te conecta contigo.

El mismo movimiento de la inspiración te lleva hacia adentro.

Te recoge.

Evita la reacción.

Es la herramienta que debes utilizar para gestionar tus estados emocionales.

Cuando te vengan los demonios, toma conciencia y respira.

Cuenta hasta diez y habrás empezado a cambiar tu vida.

Siente

De pura lógica.

Estás aquí para SENTIR esta experiencia.

Llegaste aquí con un “kit” emocional integrado.

Con una emociones que llevan danzando en este planeta millones de años.

Son tus acompañantes, tus amigas y las que te dan toda la información necesaria para tu evolución.

¡¡Déjate sentir!!

Es perfecto lo que sientes.

No lo niegues.

Porque si lo haces, estás negando la vida.

Si no aceptas y no vives la emoción te estás ninguneando a ti mismo.

Y a toda tu existencia.

Llora, ten miedo, rabia, siente la frustración.

Pero recuerda que tú eres consciencia.

No emoción.

Vive la emoción, siéntela y experiméntala.

Pero sé consciente de que tú no eres ella.

Tú no eres rabia, no eres miedo ni eres tristeza.

Visualízalas como trajes de quita y pon.

Una cosa es sentir la emoción.

Y otra muy distinta es que TÚ seas una emoción.

Tu vida será un éxito si sientes y gestionas las emociones.

Tu vida será un fracaso si te dejas dominar por ellas.

Observa tus pensamientos

La mente es la gran enemiga de la felicidad.

Sólo quiere sobrevivir.

Le importa un rábano si eres feliz.

Ella sólo quiere salvarte.

Te alerta de todos los peligros y te mantiene siempre en alerta máxima.

Si dejas que te domine te llevará al paredón.

Hay dos tipos de pensamientos.

Los automáticos o inconscientes y los reflexivos o conscientes.

Los primeros son basura mental.

Te conducen a una realidad inexistente y limitante.

Los segundos, los creas tú.

Enfoca, visualiza y céntrate en aquello que quieres.

En tus objetivos.

En lo que te potencia.

Sé consciente de cuando te vas a los automáticos e incosncientes y déjalos pasar.

Vuelve al aquí y ahora.

A ese brecha entre pensamiento y pensamiento.

Sólo ahí estarás creando una vida nueva y consciente.

El resto será repetición de la vida que tenías.

Comunícate con tu cuerpo

Tu cuerpo es una máquina perfecta.

Sabe más de ti que tú mismo.

Tu incosnciente está grabado en tu cuerpo.

Tu posición corporal “habla” de ti y de cómo has vivido todos estos años.

¿Cómo caminas?

¿Pisas fuerte, seguro?

¿Cómo has ido por la vida, pisando fuerte?

¿Arrastras los pies?

¿O quizá te has arrastrado por la vida todos estos años?

¿Hacia dónde miras cuando vas por la calle?

¿Triste, hacia abajo?

¿O optimista y abierto, hacia el cielo?

¿Hombros encogidos, encorvado?

¿Rabia, miedo?

Cuando hablas con alguien, ¿le miras a los ojos o te escondes?

Todo, todo, todo habla de ti.

Si quieres cambiar tu vida, cambia la posición de tu cuerpo.

Observa tu cuerpo y observarás cómo ha sido tu vida.

Toma decisiones

Cuando llegaste a este planeta eras originalidad.

Sabiduría.

Talento.

Creatividad.

Imaginación.

Pero con el tiempo te fuiste abandonando y te has convertido en un personajillo limitado.

Te has menospreciado.

Infravalorado.

Ninguneado.

Nadie te ha tratado tan mal como tú mismo.

No te quepa ninguna duda.

A partir de hoy deja de ningunearte y empieza a tomar decisiones.

Olvídate de los “no sé”, “ me da igual”, “decide tú”, “no me importa”, “ lo que digáis”.

Cada vez que utilizas una de estas expresiones te estás ninguneando y estás anulándote.

¡¡Sí lo sabes!!

Lo sabes todo.

Sólo has de cerrar los ojos, respirar, escucharte y dejarte sentir.

Porque lo sabes.

Pero de tanto que te has dejado, te crees que no sabes.

Sólo estás desentrenado.

Pero la sabiduría la llevas contigo.

Ámate, respétate, valórate y reconócete como el SER que realmente eres.

Y toma decisiones.

Por pequeñas que sean.

Toma decisiones.

Y demuéstrale al Universo quien decide tu destino.

Permítete

Vive tu vida.

Has venido aquí sólo por unos años.

Aprovéchalos viviendo tu experiencia.

No la de otros.

Date el permiso y la libertad que realmente te mereces.

De pensar, hacer, sentir y decir lo que tu alma quiera pensar, hacer, sentir y decir.

Ten clara una cosa.

La percepción que otros tengan de ti jamás la podrás cambiar.

Son sus softwares mentales.

Son sus egos.

Basados en creencias, pensamientos, experiencias, emociones que nada tienen que ver contigo ni con tu historia.

Tienen que ver con la suya.

No sometas tu vida a construcciones mentales de otros.

Dejando de vivir, de hacer, de sentir o de decir no cambiarás la percepción ni lo que puedan pensar los demás.

Lo único que conseguirás es destrozar tu vida y tus sueños.

Cuando te hayas ido de este mundo nadie se acordará de aquello a lo que renunciaste.

Y tú habrás desaprovechado tu vida.

Permítete vivir este milagro que se te ha concedido.

Acepta y no juzgues.

Al igual que tú has de permitirte vivir tu vida.

Acepta y permite a los demás que vivan la suya.

Y no les sometas a tus juicios mentales.

Acepta que la vida y los demás son como son.

Cambia todo lo que dependa de ti.

Es lo único que puedes cambiar.

Juzgar es filtrar.

Es reafirmarte en patrones limitantes.

En la queja y el victimismo.

Es cristalizar tu mente y tus conexiones neuronales antiguas.

Cada vez que juzgas estás perdiendo una oportunidad para regenerar tu vida.

Comprende y perdona

Darle a la vida un sentido de trascendencia te llevará a la serenidad y la paz interior.

Comprender que cada persona que se cruza contigo en la vida es parte de una conciencia infinita y universal.

Y que están aquí, al igual que tú, para vivir una experiencia terrenal te llevará a alejarte del ego y de la necesidad de juzgar constantemente.

Cada uno piensa, siente, decide, actúa y vive en función de su experiencia.

De sus padres.

De su familia.

De sus experiencias.

De sus creencias familiares.

De sus historias personales.

De sus conflictos no resueltos.

De sus grabaciones emocionales.

De su dolor escondido.

Detrás de cada reacción, de cada comportamiento, de cada ser humano hay toda una historia y un mundo que no conocemos.

Párate a reflexionar antes de juzgar y reaccionar y te será mucho más fácil perdonar.

Las personas son como son.

No como te gustaría ni como necesitarías que fueran.

El único que puede cambiar eres tú.

No ellos.

Ellos ni tienen porqué cambiar, ni deben, ni quizá puedan, ni lo necesiten o muy probablemente ni quieran.

No les exijas que cambien.

Trabájate tú lo que te molesta de ellos.

Porque si te molesta.

Es tuyo.

Ellos sólo son tu espejo.

Y el espejo precisamente lo tienes delante para cambiar tu vida y evolucionar.

Agradece

En la vida todo son experiencias.

Has venido a eso.

A experimentar.

Venir a experimentar y quejarte por ello es absurdo.

Agradece poder sentir, poder vivir y poder despertar cada mañana.

Porque de lo contrario estarías muerto.

Y no disfrutarías de esta experiencia.

No hace falta que te suceda nada positivo.

Tienes motivos más que suficientes para agradecer.

Agradece y saborea cada instante de tu vida.

Si no lo haces, quizá algún día te arrepientas de no haberlo disfrutado.

No esperes a perder nada para darle el valor que se merece.

Apasiónate

Llegaste aquí con sabiduría, energía, talento y pasión.

Seguramente la has ido perdiendo por el camino.

Pero nunca es tarde.

Quizá no sepas qué te apasiona.

Ni qué te motiva.

Llevas tantos años dejándote de lado que ni te acuerdas.

¿Ves porqué los «no sé», » da igual», «elige tú», » no me importa» te conducen a no saber ni quién eres?

El talento y la pasión existen dentro de ti.

Te están esperando.

Haz un viaje hacia el interior y ve a buscarlos.

Hay muchas personas que me dicen que les da mucho miedo esto de ir hacia adentro.

Yo siempre respondo que lo que da verdadero pánico es perderse en el exterior siendo «nadie» y reaccionando como un energúmeno amargado.

Eso sí da miedo.

Conócete de nuevo.

Redescúbrete.

Empieza de cero.

Con pasitos.

Pinta.

Escribe.

Juega.

Ríe.

Baila.

Haz el tonto.

Salta.

Medita.

Corre.

Haz deporte.

Descansa.

Revuélcate.

Grita.

Abraza.

Besa.

Canta.

Haz el indio.

Date placeres.

Regálate algo.

Date importancia.

Mímate.

Cuídate.

Demuéstrate ternura.

Y sueña.

Sobretodo sueña.

Como cuando eras pequeño.

Vuelve a la infancia y empieza de cero

Sólo así volverás a apasionarte de nuevo.

Tienes una vida.

No tienes más.

Tú decides.

O la vives.

O te la pierdes.

Rafa Mota

Personal Coach

www.rafamota.com

 

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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