La vida es como un potentísimo ordenador.

No soy muy amante de la tecnología.

Pero visualiza el más potente que exista.

Ahora instálale unos programas obsoletos.

Algunos de esos que hace años corrían por el mercado.

De los que ahora ya no servirían para nada.

Y ponte a trabajar.

¿Cuál sería el resultado?

Frustrante ¿no?

Pues la vida funciona exactamente igual.

La realidad es infinita y abundante.

Potentísima.

Con todas las probabilidades a tu alcance.

Pero dependiendo de los programitas que haya en tu software mental consciente e inconsciente proyectarás una realidad u otra.

Yo pregunto:

¿Qué haces normalmente cuando la vida que proyectas no te gusta?

Te peleas con ella.

Pataleas.

Te discutes.

Te enfureces.

Te entristeces.

Te desgastas.

En definitiva, reaccionas.

Y te quedas en bucle, siempre dando vueltas sobre lo mismo.

Quizá logras cambiar personajes, lugares o situaciones temporalmente.

Pero tarde o temprano se te vuelve a reproducir la misma película.

Porque no es la película de ahí afuera.

Eres tú.

Que llevas la película metida dentro.

En tu software mental.

Y lo que vives es sólo la proyección.

Si lo que quieres es realmente evolucionar, salir del bucle y cambiar tu vida.

¿Qué deberías hacer?

Primero no reaccionar.

Proaccionar.

Respirar.

Observar.

Recoger la información que te trae la realidad que no te gusta.

Utilizar esa información para poder cambiar tu software mental, que es el que crea la realidad que no te gusta.

Y así proyectar aquella realidad que te gustaría ver.

Y además agradecer a la vida que te haya dado la oportunidad de poder hacer los
cambios necesarios para poder ver aquello que te gustaría ver.

Parece un trabalenguas pero la vida funciona así.

No lograrás cambiar nada desde el fluir y la facilidad si no cambias tus programas mentales.

¿Cuándo te peinas delante de un espejo?

¿A quién peinas?

¿A ti?

¿O a tu imagen reflejada en el espejo?

Si lo haces en la imagen reflejada, te morirás en el intento y seguirás despeinado.

Si te peinas tú, sin esfuerzo te verás peinado en el espejo.

La vida funciona igual.

Lo que ves ahí afuera sólo es el resultado del software mental que llevas dentro.

Y no sólo es el resultado de tu software mental.

Sino que es justo lo que necesitas para darte cuenta de que has de cambiar tu
software mental si lo que quieres es evolucionar y ver una película mejor.

Ahí está tu libre albedrío.

O luchas y te desgastas reaccionando constantemente contra todo y contra todos, exigiéndoles a ellos y a la vida que te den lo que te falta.

O utilizas lo que te pasa para darte cuenta de lo que te falta, crecer y desde esa conciencia sobre ti mismo y de lo que te falta amar al mundo y a los demás dándoles la libertad de ser como realmente quieran o puedan ser, sin exigirles que te den lo que te falta.

En el primer caso esclavizas al mundo y a los demás para que sean como tú necesitas que sean.

Y en el segundo, los liberas de toda responsabilidad y asumes enteramente la tuya amándoles sean como sean.

En uno, nada depende de ti.

En el otro, todo depende de ti.

Aquí ya tienes los dos primeros programitas de tu software mental.

Tú eliges.

Programita uno, cedes tu poder.

Programita dos, tú eres el poder.

Hay más programitas que ya te contaré.

Pero de momento puedes ir preparando tu nueva peli.

Sólo has de elegir programita.

Porque la vida es muy simple.

Es sólo una película.

Y trata de eso.

De programitas.

Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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