En la vida todo es energía.

Los pensamientos lo son.

Las emociones lo son.

Las acciones lo son.

Las palabras lo son.

El cuerpo lo es.

Todo es energía.

Tú también.

Tú eres energía vital.

Potente y poderosa.

Imagina un círculo a tu alrededor.

El famoso hula-hop.

Y sitúate justo en el centro.

Como si estuvieras conectado a la tierra por los pies.

Y enchufado al Universo con un cable imaginario por la cabeza.

O con wifi.

Da igual.

Como quieras.

Más o menos como si fueras una antena situada justo en el centro del círculo.

Y ahora visualiza ese hula-hop lleno de energía.

De pies a cabeza.

Imagínate tú rodeado de energía.

Si te es más fácil, ponle un color.

Rojo, naranja, amarillo…

¿Te visualizas?

Con tu círculo vital lleno de energía.

Pues bien.

Puedes hacer dos cosas.

Estar en el mundo de forma reactiva e inconsciente.

O estarlo de forma proactiva y consciente.

Si escoges la primera.

Vivir reaccionando contra el mundo sin ser consciente de lo que sucede en tu interior.

Toda tu energía se te escapará a llamaradas hacia el exterior.

Cada reacción tuya será una llamarada hacia afuera.

Cuanto mayor sea la reacción y más tiempo dure mayor será la fuga.

Y por comportamiento reactivo entiendo todo lo que no sea el SER, la conciencia y la total responsabilidad de tu vida.

Quejas.

Victimismo.

Luchas.

Discusiones.

Estrés y ansiedad.

Pánico.

Diálogos tóxicos.

Pensamientos y creencias limitantes.

Rabias, miedos, tristezas.

Emociones mal gestionadas.

Cabreos, enfados, preocupaciones.

Autoexigencias.

Maltrato hacia uno mismo.

Culpabilidad.

En fin.

Todo aquello que te aleje de tu SER, del autoconocimiento y la serenidad interior.

Todo serán llamaradas de luz desaprovechadas y perdidas.

Con lo que tarde o temprano te fundirás.

Y experimentarás la carencia.

Ya sea económica.

De salud física, mental, emocional…

De buenas relaciones…

De de paz y serenidad…

De de amor…

De equilibrio y armonía en tu vida.

La carencia se puede presentar de muchas maneras.

Pero si lo que quieres es ser abundante en todos los aspectos y conseguir todo aquello que te propongas.

Tendrás que escoger la segunda opción.

La de vivir de forma consciente y proactiva.

Dejar en paz al mundo y poner el foco en ti para descubrir lo que te pasa con el mundo.

Si lo haces, las fugas de energía serán cada vez más escasas.

Y cada vez se te escapará menos luz en batallas absurdas.

Con lo que toda esa energía se te quedará dentro del hula-hop.

Será para ti.

Bueno.

No es que será para ti.

Es que ya es tuya.

Pero la pierdes constantemente y se te escapa cuando reaccionas.

De esta manera no la perderás.

Estará disponible toda para ti.

Ese es tu verdadero potencial.

Porque una vez la tengas contigo.

Tendrás todo el poder.

Toda la fuerza y toda la creación.

Tendrás todo la energía a tu disposición para utilizarla como quieras.

¿Imaginas tener todo el hula-hop lleno de luz?

¿Qué harías?

¿Hacia dónde dirigirías toda esta energía?

Es tuya.

Puedes hacer con ella lo que quieras.

Pero primero has de tenerla.

Y para ello has de aprender a no perderla.

Y cuando la tengas.

Prioriza.

Enfoca.

Y dispara.

Que la energía nunca falla.

Nunca.

El problema no es la energía.

El problema es que ni siquiera eres consciente de que la pierdes.

Y si la pierdes, estás perdido y fundido.

Por eso vivies en la carencia.

Tú eres la energía.

Todo depende de ti.

Si quieres ser abundante “sólo” has de evitar las llamaradas en tu vida.

Y entonces, sí.

La energía estará contigo.

Rafa Mota

Personal Coach

www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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