¿Cuántas veces la has dicho?

Esta frase.

O alguna similar.

Diciéndola, te estás enviando un mensaje inconsciente de que otra vida no es posible.

De que hagas lo que hagas, no hay salida.

Te estás cortando toda posibilidad de volar.

Toda posibilidad de soñar.

Porque si no te queda otra….

¿Qué vida te espera?

A partir de hoy, al menos, cambiarás la percepción.

Porque de quedarte, te queda otra.

Y otra.

Y otra.

Y otra.

Y muchas más.

Te quedan las que tú quieras que te queden.

Las que tú quieras alcanzar.

Y las vidas que tú quieras vivir.

Todo depende del compromiso que tengas con tu libertad.

Y con tu felicidad.

Cambiar toda una vida a partir de cierta edad no es fácil.

No te voy a vender historias que no son.

Pero el cambio siempre es posible.

Siempre.

Y si lo trabajas desde la conciencia, en algunos casos es espectacular.

Pero requiere tiempo, trabajo y mucho compromiso con uno mismo.

Y mucho más cuando la vida te ha dado la patada y te ha dejado fuera.

El problema no es lograrlo.

Porque lograr, se logra.

Y pasar del cero a la abundancia, también se consigue.

El problema es el precio que has de pagar por no tomar antes la decisión.

Precisamente por pensar que no te queda otra.

E instalarte en el miedo y la comodidad.

Trabajo con personas que han venido a buscarme cuando ya estaban muy mal.

Pero que muy mal.

Y en estos casos el sufrimiento es mucho mayor.

El cambio en tu vida lo puedes hacer de dos maneras.

Una.

De forma voluntaria y cuando todo está “medianamente mal” pero con posibilidades de salvación.

O dos.

De forma forzada cuando ya está todo fuera de control.

Léase una ruina económica, enfermedad, depresión…

O tantas otras situaciones límite.

Y ahí por narices has de cambiar y renacer.

Porque, ahí sí, no te queda otra.

Por eso, cuando escucho frases como:

“No me queda otra”

“Aquí aguantando”

“Ya ves, es lo que hay”

“Al menos, aquí me pagan”

Y tantas otras…

Todavía me chirrían los oídos.

Así que si eres de los que has utilizado estas expresiones alguna vez espero que mi post de hoy te sirva para reflexionar y cambiar el rumbo de tu vida.

De entrada podrías empezar cambiando la construcción de la frase:

No me queda otra……… por ahora.

El por ahora te está abriendo un mundo infinito.

Es la importancia del lenguaje.

Eres lo que expresas.

Recuérdalo siempre.

Vivas lo que vivas y hables como hables.

Abre ventanas de posibilidades con tu lenguaje.

La vida son posibilidades.

Y sólo tú puedes abrirlas o cerrarlas.

No puedo hacerlo….por ahora.

No sé manejarme…..todavía.

No tengo trabajo ….por el momento.

Mi futuro está muy mal…..hasta ayer.

Y así con infinidad de frases.

Te estarás abriendo a un verdadero mundo cuántico.

Una vez hayas abierto el infinito en tu vida.

Deja de quejarte.

Se acabó.

Para siempre.

La queja bloquea y rebaja tu energía.

Si la eliminas de tu vida, estarás abriendo la puerta a la positividad.

Si tu vida de ahora no te gusta, no te desesperes.

Respira y acepta.

Y sonríe.

La sonrisa tiene el mismo efecto en el cerebro (según experimentos de la Universidad de Harvard) que las afirmaciones positivas.

Eso sí, empieza a trabajar en tu futuro.

La vida que tienes ahora es el resultado de todas tus decisiones pasadas.

Así que ya nada puedes hacer.

No te castigues por ello.

Sólo perdónate.

No supiste hacerlo mejor….. hasta hoy.

A partir de mañana, mejorarás.

Si sabes que tu presente es el resultado de tu pasado.

Sólo te queda cambiar tu presente para que el resultado sea tu mejor futuro.

¿Y cómo lo cambias?

Pensando diferente.

Hablando diferente.

Y abriendo probabilidades cuánticas.

Sólo por el hecho de hacerlo ya estarás cambiando tu futuro.

Siguiente paso.

Visualiza tu futuro.

Aquello que te gustaría conseguir.

Escribe sobre ti, lee, infórmate, navega por la red, conecta contigo, analiza tus hobbies.

Haz una lista de todo lo que te llena.

Lo que te gusta.

Lo que te motiva.

Descubre tu pasión.

Permítete soñar.

Siéntate.

Respira hondo.

E imagina tu futuro.

Donde te ves.

Con quién.

Qué harías.

Cómo vestirías, cómo te moverías, cómo hablarías…

Cómo trabajarías.

Dibújalo en una cuartilla.

A todo color.

Y cada mañana y cada noche antes de acostarte cierra los ojos.

Memoriza el dibujo y visualízalo durante cinco minutos.

Estarás activando zonas del cerebro de memoria y aprendizaje y creando así tu futuro.

Da igual que tu presente no te guste.

Porque ya estarás enfocado en tu futuro.

Y energéticamente estarás abriendo portales invisibles.

Siguiente paso.

Divide el proceso en fases.

Desde donde estás hasta dónde quieres llegar.

Cinco, ocho, diez.

Fase cero, hoy.

Fase diez, tu nueva vida.

Las fases que necesites.

Con objetivos pequeños y que puedas conseguir en cada una.

Se trata que sean objetivos fáciles de alcanzar.

Que refuercen tu seguridad y tu confianza.

Y no que te frustren.

Ponle fecha a cada fase.

Y un nivel de compromiso contigo mismo.

Menos del nueve, no sirve.

Y cúmplelas.

Cada vez que cumplas la fecha, regálate algo.

Ni que sea simbólico.

Crecerá tu alegría y tu confianza.

Y búscate un amigo, una amiga, un conocido…

Yo me ofrezco voluntario.

Cada vez que consigas alcanzar tu pequeño objetivo y pasar a la siguiente fase…

Mándale un mail o un whatsapp diciéndole que ya lo has conseguido.

Y mientras trabajas en tu futuro, sigue viviendo tu presente.

Porque es el que tienes.

Pero ahora ya sabes que no es el que tendrás.

Esto cambiará radicalmente tu energía.

Cambiando tu energía, cambias tu vida.

Y sólo te queda confiar.

Confiar, confiar y confiar.

Es el salto de fe.

Creértelo sin verlo.

Y sentirlo como si fuera real.

Porque aparecerá.

Si lo haces bien, aparecerá.

Y habrás cambiado tu historia.

Porque no te queda otra…….

Por ahora.

Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

2 Comentarios

  • Esther dice:

    Muchas gracias por todo lo k compartes con nosotros.En el artículo de hoy…has dado en el clavo.Lo voy a guardar para leerlo a diario y ver cómo tengo k enfocar mi vida.Llevo casi 3 años con una depresión y me instalado cómodamente en el miedo,la ansiedad y el agotamiento,sin que nada me motive……hasta ahora…..

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