¿Por qué no puedo dejar de pensar?

By noviembre 25, 2015Espiritualidad

Hoy escribiré sobre el problema de muchos.

“No puedo dejar de pensar”, “es una lucha constante”, “es frustrante, no puedo dejarla en blanco”….

Pues bien.

El primer paso para poder dejar de pensar.

Es saber porque no puedes parar de pensar.

Y una vez comprendas porque no puedes parar de pensar.

Empezarás a dejar de pensar.

Parece un trabalenguas.

Pero si no sabes cuál es el origen de un problema.

Jamás podrás solucionar el problema.

Para relajar la mente hay muchos métodos.

Pero si no vas al origen, todo son parches.

La meditación.

La conciencia plena.

La práctica del llamado “mindfulness”.

A la larga dan resultados.

Pero si antes no vas al origen.

Te será muy difícil acallar la mente.

Por mucha meditación que hagas.

Por eso hoy te escribo este post.

La meditación es perfecta.

Te da lucidez, intuición, mejora la creatividad, la salud, mejora el insomnio…

Tiene infinidad de ventajas.

Pero si no “abres los grifos” tardarás mucho tiempo en lograrlo.

Así que para que vayas más rápido.

Hoy te explicaré por qué te pasa lo que te pasa.

Y cómo puedes solucionarlo.

Teniendo en cuenta que a la mente jamás la silenciarás del todo.

Porque es su función.

Parlotear y sacarte del estado del SER.

Pero aun sabiendo que el silencio total no existe.

Te vendrá bien saber por qué no puedes parar de pensar.

Como ser humano eres un ser global.

Holístico.

Y viniste aquí a vivir una experiencia.

Tu experiencia.

No la de otros (recuérdalo siempre).

Llegaste siendo un ser espiritual, en conexión con el Todo.

Siendo energía infinita.

Pero al poco tiempo de estar aquí.

Se te olvidó.

O hicieron que se te olvidara.

Acribillándote a creencias y pensamientos que ni siquiera eran tuyos.

Sociales, culturales, religiosos, morales, ancestrales, familiares…

Vete a saber de quién eran.

Así que sólo empezar cerraste tu primera vía de conexión con la vida.

La vía espiritual.

Y como nadie te entrenó para que la cultivaras, ahí se quedó.

En el baúl de los recuerdos.

Pero aparte de ser un ser espiritual.

Viniste con tres centros y una herramienta muy poderosa.

Un centro mental.

Un centro emocional.

Un centro corporal.

Y la respiración como herramienta de conexión global.

Cuando naciste respirabas por el abdomen.

Pero a medida que fuiste creciendo te olvidaste.

Y fuiste cambiando la respiración abdominal por la torácica.

Con lo que te cerraste la segunda vía de conexión a la vida.

Empezaste a vivir en el estrés, la carencia, el miedo y la ansiedad.

Te fuiste desconectando de tu cuerpo.

Olvidándote de él.

Y ninguneando toda la información que te daba.

Cerrando así tu tercera vía de conexión.

Lo siguiente que hiciste al llegar aquí, aparte de respirar y moverte, fue sentir.

Los bebés y los niños no piensan.

Sienten.

Son pura energía y emoción.

Tu centro emocional funcionaba perfectamente.

Era una maravilla de GPS.

Pero tú sólo querías amor.

No querías nada más.

La diferencia entre lo que querías y necesitabas y lo que te dieron lo grabaste en forma de dolor.

Y precisamente ese dolor fue cerrando tu centro emocional.

Hasta que un día para no sufrir más.

Y sin que nadie te entrenara ni te enseñara gestión emocional.

Dejaste de sentir.

Y la emoción ahí se quedó.

Encerrada y olvidada.

Y ahora de adulto, tienes un problema.

Cerrado el centro espiritual.

Desconectado el cuerpo.

Cortada la respiración.

Y olvidada la emoción.

No te queda más remedio que vivir esta experiencia con el único que te queda.

El mental.

Que mira por donde es justo el que te distorsiona.

El que te bloquea.

Y el que te desconecta de la vida.

Porque si has venido aquí.

A vivir esta vida.

Es a eso.

A vivirla.

No a pensar cómo vivirla.

La vida no es teoría.

La vida es práctica.

Es ensayo y error.

Es experiencia.

Y se respira.

Se vive.

Se siente.

Y se evoluciona con el aprendizaje.

Pero no se piensa.

Si la piensas, te bloqueas.

Si lo que quieres es dejar de pensar y desbloquearte.

Te propongo la solución.

Vuelve a nacer.

A partir de mañana.

Respira.

Muévete.

Y siente.

Pero conscientemente.

Si estás abajo, no estarás arriba.

Tardarás más o menos.

Pero dejarás de pensar.

Y sin forzar.

Sólo abre tus centros.

Abre los grifos.

Y cuando corra la vida.

Callará tu mente.

Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

2 Comentarios

  • Cristina dice:

    Eres un fenómeno,gracias,gracias y mil veces gracias x estos mensajes ke dejas,porque una vez leído.te das cuenta ke es pura realidad,,y piensa el porque de to esto,,aunke parezca difícil,,la mente es un mundo,,y cuesta el no hacer lo contrario año ke tu dices,,,un saludo rafa

  • Veronica dice:

    Increible Rafa.
    Gracias
    Gracias
    Gracias por tanto

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