Las 18 lecciones que en la escuela no te contaron (y deberían)

By mayo 26, 2015Conciencia

1- Eres parte de un todo energéticamente perfecto.
Aceptar que hay un orden infinitamente mayor que tú, del que formas parte, que escapa a tu comprensión humana y que tu ego jamás logrará entender por mucho que lo intente, es el primer paso hacia la serenidad, la paz interior y la humildad que te llevarán a despertar toda la grandeza que llevas dentro.

2- Eres un universo único, incomparable, eterno y de un valor incalculable, que naces con todas las probabilidades de ser todo aquello que quieras ser pero que a lo largo del camino vas perdiendo por creencias infundadas, traumas emocionales y comportamientos aprendidos que van apoderándose de tu inconsciente hasta convertirte en un personajillo limitado, perdido, reactivo y vanidoso, que se cree capaz de controlar lo que no se puede controlar, cuando el poder personal precisamente significa todo lo contrario, confiar para dejar de controlar.

3- Cada persona ha creado una máscara según han sido sus circunstancias, sus padres, su familia, sus creencias familiares, sus grabaciones emocionales, sus experiencias personales y en función de este camino ha creado su percepción del mundo y de la vida, que en ningún caso coincide con la tuya. Por tanto, malgastar tu energía en obstinarte en cambiar la percepción del mundo que tienen los demás es el camino directo a la depresión, la ansiedad y el sufrimiento. Si utilizas esa energía en beneficio propio para amarte, respetarte, comprenderte, escucharte, valorarte y protegerte descubrirás el camino hacia el bienestar y el éxito personal.

4- Todo está en ti.
No hay nada en el exterior que tú no tengas ya en tu interior.
No es lo que te hacen los demás, sino cómo reaccionas tú a lo que te hacen los demás.
No es el mundo, es la percepción del mundo que llevas grabada en tu interior.
La cuestión no es que los demás cambien para que tú te sientas bien, la cuestión es sentirte bien a pesar de que los demás no cambien.

5- El mundo exterior es un reflejo de tu interior.
Lo que rechazas en los demás es algo tuyo que todavía no has aceptado y lo que envidias o admiras en los demás es algo que no te has permitido. Pero tanto uno como lo otro ya lo llevas dentro.
Aceptar plenamente tus luces y tus sombras es lo que te llevará a estar en armonía con la vida.

6- Ser generoso con los demás te conducirá a la satisfacción personal, pero no conseguirás la felicidad plena entregándote a los demás si antes no has aprendido a ser generoso contigo mismo. Cuando hayas aprendido a amarte plenamente podrás amar a los demás desde la aceptación plena. Intentarlo sin darte primero lo que necesitas te conducirá al desgaste mental, emocional y energético.

7- Todo en el universo es energía.
Tú también, y dependiendo de tu frecuencia vibratoria atraerás una vida u otra.
Los estados de serenidad, armonía, aceptación y paz interior te llevan a frecuencias altas de energía.
Los estados de lucha, esfuerzo, sacrificio, negación y resistencia te llevan a frecuencias bajas de energía.
Cuanto más baja sea tu frecuencia, más agotado estarás energéticamente.
Cuanto más alta, más volarás y más fluirás con la vida.

8- La felicidad depende única y exclusivamente de uno mismo.
Cada uno es responsable de su vida y de su bienestar.
Empeñarse en ser el salvador de todos sin que te lo pidan o en sentirse culpable por la infelicidad de los demás es malgastar toda tu energía y morir en el intento.

9- Aquello frase de “yo soy así”, entendida como afirmación inmutable e inamovible, es falsa.
Tú no eres así, tú te has hecho así por las circunstancias que has vivido pero puedes rehacerte de la manera que quieras. Sólo hace falta que lo quieras realmente.
Ese es tu verdadero potencial.

10- Tu personaje o ego te lleva al sacrificio, al sufrimiento, al juicio, al rechazo y la guerra, tu esencia o alma te lleva a la humildad, la aceptación, al poder personal, a la serenidad y la paz interior.

11- La felicidad no es la que entendemos como felicidad o euforia cuando las cosas van bien e infelicidad o drama cuando las cosas van mal. La verdadera felicidad es aquel estado de serenidad y calma en el que aceptas la vida tal y como viene, donde dispones de todo tu poder personal y donde despliegas tu verdadero propósito vital.

12- Pensar es crear. Y tienes la libertad absoluta de pensar todo aquello que quieras. Si piensas, creas.
Por tanto ¿quién te impide crear la vida que quieres vivir?

13- El dolor, la tristeza, el miedo, la rabia existen y son parte dela vida. No se trata de esconderlos ni de resistirse. Se trata de aceptar, gestionar y transitarlos de la mejor manera posible. Resistirse a la aceptación sólo hace aumentar el sufrimiento.

14- Conectar con tu niño interior, con aquél niño que fuiste alguna vez y dejaste en el olvido te conectará con tu energía vital, con tus verdaderos sueños y con el amor por ti mismo.

15- Hay una parte de ti que está conectada a la naturaleza y al universo por mucho que te empeñes en negarlo. Cuanto más reniegues, más tardarás en alcanzar tu verdadera plenitud y valor como ser humano.

16- Tu cuerpo es tu templo. Ser consciente de él y de tu respiración te llevará a la verdadera conexión con la vida.

17- La llave hacia la serenidad, la armonía, el poder personal y el auténtico liderazgo de tu vida está en la conciencia. Y la conciencia no es nada esotérico ni de otro mundo. Es de este mundo y significa observación y reflexión a cada segundo de tu vida.

18- Hay tres acciones que nunca deberías deja de hacer pase lo que pase, disfrutar, agradecer y sonreír.

Lección resumen:

La vida es sencilla si la haces sencilla.
La vida es complicada si la haces complicada.
La vida ES lo que TÚ quieres que sea
Así que empieza a estudiar de nuevo y consigue ser aquello que quieres ser.
Que la vida te deja.

Rafa Mota

Personal Coach

www.rafamota.com

 

 

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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