El otro día uno de vosotros me decía algo así como: “ah , ¿pero se puede vivir con el corazón sin sufrir?”

La respuesta es sí.

Y perfectamente.

Pondré un símil.

Dos casos.

El primero.

Imagínate el armario donde tienes la ropa.

El que cada mañana abres para vestirte.

Ese mismo.

Sus perchas, sus estanterías, sus cajones….

Visualiza ese armario lleno de ropa desordenada por todas partes, sin orden ni control.

Camisas, blusas, calzoncillos, bragas, sostenes, faldas, pantalones, calcetines, medias, corbatas…

Todo amontonado, mezclado, arrugado, desordenado, caótico.

O sea, un auténtico desastre.

Y las puertas cerradas a presión.

Te levantas por la mañana, has de ir a trabajar y has de vestirte.

Vestirte es fácil.

Todo el mundo sabe.

Pero abre la puerta de ese armario y vístete en 5 minutos…

A ver si te atreves.

Completamente imposible sin sufrir.

Sufrirás lo que no está escrito para vestirte decentemente.

Y encima, llegarás tarde y vestirás fatal.

El segundo

Otro armario.

Sus perchas, sus estanterías, sus cajones…

Pero éste está completamente ordenado, todo en su sitio, limpio, planchado, colocado impecablemente.

Pantalones colgados, las blusas bien puestas, las camisas en sus perchas bien planchadas, la ropa interior en sus cajones bien ordenada.

Una maravilla de armario.

Y las puertas cerradas con suavidad.

Te levantas por la mañana, has de ir a trabajar y has de vestirte.

¿Será un sufrimiento o será un placer hacer algo tan fácil como vestirte?

El sufrimiento no está en el armario, ni en la ropa, ni en tu destreza.

Ni siquiera en ti.

El sufrimiento está en el CAOS que hay en el armario.

Y la vida, o sea TU, es como un armario.

No hay camisas, no hay corbatas, no hay jerseys, no hay ropa interior.

Pero hay pensamientos, emociones, sensaciones corporales, necesidades afectivas, debilidades, fortalezas, la percepción de la vida, mecanismos inconscientes, creencias heredadas, grabaciones emocionales incrustadas en tu subconsciente, hay corazón, energía vital, amor, valores, objetivos, sueños…

Es otro tipo de armario, algo más sofisticado, pero no deja de ser un contenedor.

Sólo hay que limpiarlo a fondo y ordenarlo.

Y cuando está realmente ordenado… ¡qué fácil es vestirse!

Ordenado TU, ordenada TU VIDA.

Porque no olvides que tu vida es tu reflejo.

Un apunte.

El dolor en la vida, existe.

Es inevitable.

Ordenar el armario no significa eliminar el dolor.

Significa eliminar el sufrimiento.

La tristeza existe.

Llorar se ha de llorar.

Y es completamente necesario.

La pérdida existe.

La rabia existe.

Y el miedo existe.

Porque la vida es precisamente eso.

Sonrisas y lágrimas.

Noche y día.

Contracción y expansión.

Vivir y morir.

Pero con orden y todo en su sitio, créeme.

Nada que ver.

La vida, como el armario y el vestirse , es fácil y sencilla si todo está ordenado.

Si no, es muy complicada y tremendamente sufrida.

El problema no está la vida.

Ni en vivirla.

El problema está en tu armario.

En el caos interior.

El día que lo ordenes, te sorprenderás de lo fácil que es vivir.

Porque el secreto no está fuera.

Está dentro del armario.

Rafa Mota
Personal Coach

www.rafamota.com

 

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

Deja un comentario