Del milagro al «mi logro» (5ª parte: conversaciones en el útero)

Ya estamos dentro.

Bueno, tú estás dentro.

Yo hoy sólo seré una vocecita que te acompañe.

Ni siquiera tienes los ojos formados.

No ves nada.

Está todo oscuro.

Húmedo.

Estás como si estuvieras flotando en el Universo.

Pero no.

No estás en el Universo.

Ya no estás allá arriba.

Ya estás aquí abajo.

En ese lugar que para ti es el más seguro del Universo.

El vientre de tu madre.

Que por cierto, ahora que estás aquí, en esta posición fetal,  aprovecho para decirte que si te da un ataque de pánico cuando estés ahí afuera, lo mejor que puedes hacer es recuperar esta posición y respirar durante diez o quince minutos.

Tu cuerpo, que tendrá grabado celularmente este lugar para siempre, interpretará que está regresando al lugar más seguro, empezará a calmarse y el pánico cederá.

Bueno, ya lo sabes.

Sólo quería darte una herramienta para que cuando estés ahí afuera, en la “jungla”, la puedas utilizar si se da el caso.

Ahora sigamos aquí dentro.

Que se está a una temperatura ideal.

Y no se oye absolutamente nada.

Hay un silencio sepulcral.

Quizá sólo un ligero sonido que retumba.

¿Lo oyes?

Es un latido.

¿Lo escuchas?

Es tu corazón.

Acaba de empezar  a latir.

La cuenta atrás ya ha empezado y estás a punto de entrar en acción.

Pero todavía no puedes salir a escena.

Te toca estar aquí durante un tiempo formando lo que será tu templo.

El cuerpo con el que participarás en este juego.

En el próximo post ye te explicaré todas la herramientas que traes de serie y que son las justas y necesarias para lo que has venido hacer aquí.

Estás sobradamente preparado para todo lo que se te venga encima.

Pero una vez entres ahí, a medida que vayas cumpliendo años te harán creer que no lo estás.

Por eso deberás recordar siempre nuestras conversaciones.

Pero ahora olvidemos las herramientas, y dejemos que se vaya formando tu cuerpecito.

Que es la máquina  más extraordinaria y más potente que existe en la geometría del Universo.

Y digo geometría porque el Universo es geometría.

Es muchísimo más de lo que puedas llegar a imaginar.

Quizá algún día te cuente más cosas.

Algunas, te sorprenderían y te alejarían de ese miedo que te impide disfrutar de la vida.

Pero ahora, de momento,  mi misión es hacer que puedas disfrutar al máximo de la experiencia mientras estés ahí dentro.

Steve Jobs dijo una vez que la vida trata de unir puntos.

Y yo, después de estos cuarenta y ocho años, siento que los he unido todos desde el primero al último.

Al menos, hasta hoy.

Que han sido muchos, muy movidos y algunos, muy duros.

Pero todos de agradecer porque gracias a esas experiencias hoy estoy aquí.

Toda mi experiencia vital ha hecho que descubra mi propósito de vida.

Analizando  mi trayectoria, siento  que ese propósito es estar aquí dándote todas las herramientas que conozco para que tu vida pueda ser más fácil y más tranquila.

Que las utilices o no, ya es parte de tu experiencia, de tu proceso, de tu momento y de tu propósito.

Pero yo SÉ que mi experiencia y mi propósito  se están creando  estando aquí, acompañándote y haciéndotelo fácil.

Por eso quiero  aprovechar este momento, mientras se van formando todos tus órganos y estructuras,  para darte cuatro pautas para entender mejor  lo que te vas a encontrar ahí afuera.

Sólo serán cuatro.

Igual te parecerán algo descabelladas, algo difíciles de entender o algo alocadas.

Pero te aseguro que tratándose de un Universo infinito nada es descabellado.

Sólo es eso.

Infinito y desconocido.

Pero que sea desconocido sólo significa eso.

Desconocido.

Ni verdad ni mentira.

Desconocido para el ego.

Pero muy probablemente familiar  para la esencia, que es infinitamente sabia.

La primera pauta es sobre la realidad que vas a vivir ahí afuera.

Una cosa será la realidad.

Y otra la percepción que tú tengas de la realidad.

Es lo primero que deberías de saber.

La realidad es infinita.

Pero tu cerebro y tus sentidos la harán finita.

Y una vez dentro de esa realidad finita, todavía la limitarás más, formando conexiones neuronales en base a lo que piensen, crean  y digan tus padres,  los pensamientos y creencias que existan en tu familia, en el ámbito geográfico donde vivas, en la sociedad donde te desarrolles y en el mundo en general.

Así que de algo muy, muy grande, tan grande que no te lo puedes llegar ni a imaginar, pasarás a vivir algo muy, muy pequeño, minúsculo y limitado.

Sólo quería decirte que no lo confundas.

Una cosa es lo que vivas y otra lo que percibas que vivas.

Una cosa será LA realidad y la otra TU  realidad.

Si quieres ser realmente grande, deberás de trascender tu realidad.

Ahí afuera, aunque no lo veas o no lo creas, ya existe todo.

A medida que vaya aumentando tu nivel de consciencia te irán apareciendo nuevas realidades.

Informaciones, personas,  situaciones y sincronicidades que traerán a tu vida justo lo que necesitas para seguir tu camino y evolucionar.

Serán las señales para cumplir con tu propósito menor.

El mayor ya lo sabes.

Vivir y reconocerte creando  tu propia experiencia y contribuyendo así a crear la experiencia global de todos y de todo.

Pero para que te aparezcan las señales para seguir con tu propósito menor te tendrás que soltar.

Si vives en el control no verás señales ni sincronicidades.

Pasarán por delante de ti pero no las podrás percibir.

Y tu ego se pasará la vida diciendo que no tienes oportunidades.

Pero en la vida, si quieres, lo tendrás todo.

Todo es infinito.

Cuanto más control quieras tener, más finito serás.

El “modo control” reducirá LA realidad a TU realidad.

Con el cerebro sólo podrás vivir tu realidad.

Con la mente, tu intuición, tu inspiración, tu conexión, tu esencia  y tu sabiduría vivirás LA realidad porque irás mucho más allá del cerebro.

Una cosa es la mente y la otra, el cerebro.

El cerebro es el órgano.

La mente es Todo.

La mente está en todas las células de tu cuerpo.

Desde el dedo del pie hasta la última pestaña de los ojos.

Está conectada a la consciencia universal.

Algunos le llaman consciencia colectiva.

La mente es toda la experiencia de la humanidad y esa sabiduría milenaria y colectiva que está ahí latente, como en una gran red inteligente y a la que podrás tener acceso cuanto más conectado estés contigo, más alineado con tu esencia  y menos identificado con la personalidad que creará tu cerebro, también llamada de ahora en adelante ego.

La mente o esencia te hará grande y el cerebro o ego te hará muy pequeño.

¿Me sigues?

Y para separarte del ego sólo tendrás que observarlo y saber que tú no eres el ego.

Si observas y no reaccionas, serás consciencia y esencia.

Si te enganchas y reaccionas, serás inconsciencia y ego.

Si no tienes consciencia, te convertirás en algo tan pequeño como un pensamiento.

Si la tienes, serás lo que quieras ser.

La segunda pauta que quería darte es que cuando estés ahí afuera tendrás dos posibilidades de vivir la realidad.

O bien desde la ideología.

O bien desde la biología.

Una te desconectará y te limitará.

Y la otra te conectará y te hará infinito.

Vivir desde la biología te llevará directamente a tu propósito de vida.

Pero hacerlo desde la ideología te apartará de tu camino.

Vivir desde la biología es vivir conectado a tu cuerpo, a tu emoción y a tu respiración.

Es conectar con lo físico.

Con lo real y auténtico.

Con lo que ES y está sucediendo ahora.

Es vivir conectado a la Tierra y  al planeta.

A la sabiduría del inconsciente.

Conectado a la vida.

Es hacer y vivir según lo que sientes que has de hacer a cada instante atendiendo a tu sabiduría interna.

Es moverte y crear tu realidad desde donde más te resuena.

Haciendo y siguiendo aquello que, sin saber cómo ni por qué,  sabes que es verdad.

En realidad, no es más que convertirte en el gran maestro de tu vida e ir construyendo tu realidad en función de tu propia verdad.

Que será aquella que irás descubriendo “a trocitos” a lo largo de tu vida.

La que te irán dando diferentes personas, situaciones, lugares y circunstancias.

La que tejerás durante tu experiencia de vida , que será sólo tuya y hará que crees tu propio Universo para que desde ahí puedas contribuir a crear el Universo de todos y de todo.

Eso es vivir desde la certeza de la biología.

Lo otro es vivir desde la ideología.

Es vivir desde la ilusión.

Desde lo que NO ES.

Desde lo que quizá debería ser o podría ser.

Desde la desconexión.

Es vivir desde lo que crees o piensas que puede ser cierto.

O peor aún, vivir tu vida según creencias, pensamientos o valores que otros han dicho o pensado que pueden ser ciertos.

Si sigues este camino difícilmente aparecerán señales que te guíen hacia tu propósito.

Más bien lo contrario.

La vida te dará golpes para que prestes más atención y te enteres de que no estás haciendo tu camino y que estás viviendo según lo que otros creen o piensan que es tu camino.

Vivir desde tu biología hará que descubras tus pasiones y tus talentos en la vida.

Esos talentos te llevarán a la ilusión de crear y disfrutar de tu pasión.

La misma ilusión te dará la fuerza para buscar los recursos necesarios para crear esa realidad.

Creando esa realidad generarás la economía suficiente para empezar el intercambio.

Y en ese intercambio empezará tu relación con el mundo.

Y así habrás conseguido crear una realidad auténtica, genuina, original y sólida, basada en tu esencia conectada con el Universo o con el todo, dile como quieras.

De dentro a afuera.

Esta es la que te conducirá al éxito y a la vez estarás creando un mundo genuino y auténtico.

La ideología es justo todo lo contrario.

Tarde o temprano te llevará a la insatisfacción, al fracaso o a la infelicidad.

Pero la elección será tuya.

Yo sólo soy la vocecita de la consciencia.

La tercera pauta  es que ahí afuera están todas las infinitas posibilidades.

En realidad ahí afuera, cuando salgas, ya estará todo.

Pero sólo verás y experimentarás aquello que vibre contigo.

Elevando tu nivel de consciencia, elevarás tu nivel de vibración y tarde o temprano aquello que busques o que sea necesario para tu evolución te aparecerá.

La vida es mucho más mágica de lo que parece (por algo es infinita)

Pero estar pegado al ego la convierte en finita.

Para hacer de tu vida un milagro tendrás que aprender a soltar.

A soltar  la necesidad de controlarlo todo y saberlo todo.

Recuerda que no sabes nada ni puedes controlar nada de lo que pase fuera de ti.

Y si algo exige el Universo para fluir es cambio constante.

En la Naturaleza lo que no se transforma, muere.

Lo que no crece, se pudre.

Y cuanto más quieras apegarte, más sufrirás.

Si te resistes al cambio, vibrarás muy bajo y no conseguirás vivir en abundancia.

Y más en estos tiempos, que todo está cambiando a velocidad de vértigo.

Y de aquí en adelante el cambio será espectacular.

En los próximos cien años la humanidad cambiará mucho más que en el último milenio.

Así que si te agarras a lo conocido, sufrirás y lo pasarás mal.

Si aprendes a fluir, serás eterno y estarás a la vanguardia de los nuevos tiempos.

La cuarta pauta es sobre tu propósito.

Has venido a vivir la experiencia de la vida.

Y tu propósito es ese.

Vivirla.

El propósito está aquí y ahora.

Viviendo lo que vives.

De tan simple que es,  pocos lo encuentran o lo entienden.

Lo tienen delante y lo siguen  buscando.

De tan simple da miedo.

Por eso no estamos en el AMOR ( en mayúsculas).

Porque da MIEDO ( en mayúsculas) pensar que la vida es eso.

Nada.

O sea TODO.

Y recuerda que el Todo es infinito.

Comprender, aceptar e integrar esto es otro de los grandes secretos.

Es tan sencillo que no hay ni preguntas ni respuestas.

Simplemente hay experiencia y vida.

Nada más.

Cuando en este camino de la consciencia, me di cuenta de que en realidad no había que hacer nada, me entró el pánico.

Ahora ya lo voy integrado y lo voy asumiendo poco a poco.

Pero para el ego fue una patada en todos los morros.

Porque se quedó sin razones.

No tendrás que llegar a ningún objetivo ni a ningún lugar.

Sólo tendrás que vibrar con la vida e ir elevando tu consciencia.

Y vibrando en sintonía llegarás muy alto.

Conseguirás objetivos.

Muchos.

Pero ya te los marcará la vida.

Y muy probablemente no sean los que quiera tu ego.

Más que nada porque la vida es mucho más sabia.

Llegarán solos si sigues las pautas.

¿Cómo?

Muy fácil.

Conociéndote y reconociéndote.

Trabajando en ti, día tras día.

De ahí irá saliendo todo.

Cuanto menos necesidad tengas de conseguir metas, más espectacular será tu vida.

Porque la única meta que existe en realidad es vivir.

El Universo se expande y se forma a sí mismo.

Y tú, al igual que yo y que todos, formamos parte de esa experimentación a nosotros mismos.

Así que sólo hemos de hacer eso.

Experimentar.

Y experimentando, ya va llegando todo sin forzar, aunque al ego le cueste tanto de asumir y entender.

Todo es cambio constante.

Todo fluye constantemente.

Sólo por el hecho de soltarte y aceptar lo que vas viviendo ya estarás conectando con tu mayor propósito.

Y cuanto más te sueltes y menos quieras controlar, más señales te irán apareciendo que te conducirán a tu menor propósito.

Pero sólo lo descubrirás dejándote llevar por aquello que verdaderamente te apasione.

Y para saber lo que te apasiona, tendrás que conocerte.

Como ves, todo está en ti.

Para conseguir lo de arriba, simplemente has de enfocarte en lo de abajo.

Tú.

Si quieres abundancia fuera, primero búscala en ti.

Sé que estas pautas no son aptas para tu ego.

Él todo lo juzga, todo lo sabe, todo lo controla y todo lo dirige.

Pero el milagro es precisamente ése.

Dejar de juzgar, de saber, de controlar, de dirigir.

Dejar de hacerlo todo.

Porque entonces sólo te has de dedicar a hacer una sóla cosa.

CREAR.

Y eso sí que es un verdadero milagro.

Lo otro es repetir lo mismo de siempre.

Aquello que siempre nos contaron.

Y una cosa ten clara cuando salgas ahí afuera.

Que si siempre haces lo que siempre te contaron…olvídate de milagros.

Siempre obtendrás lo que siempre has obtenido.

Bienvenido a la vida.

Rafa Mota

Personal Coach

www.rafamota.com

 

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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