El tema de la abundancia es mucho más sencillo de lo que parece.
Es sencillo pero requiere mucha constancia y mucho compromiso.
La abundancia no es más que cuestión de foco.
Entrenar a tu mente a enfocarse en aquello que tienes y no en aquello que te falta.
El foco nunca falla.
Si no, prueba.
Cuando salgas a la calle, dile a tu mente…
Hoy ponemos el foco en el color verde.
Y es automático.
Empezarás a ver cosas de color verde.
Pero las cosas verdes ya existían.
Sólo que ahora tu mente estará enfocada en el verde y las verás.
Cambia al color amarillo.
Y pasará exactamente lo mismo.
La vida es igual.
Ves aquello en lo que estás enfocado.
Y si llevas años y años enfocando mal y fijándote millones de veces en lo que te falta y no en lo que tienes, lo normal es que la abundancia brille por su ausencia.
No ERES ni negativo, ni pesimista, ni cenizo, ni gafe, ni incapaz, ni tienes mala suerte.
ERES lo que quieras ser.
Pero un día decidiste poner el ojo en lo que te faltaba.
O en lo que te limitaba en lugar de enfocarte en lo que tenías o lo que te potenciaba.
No lo has sabido hacer mejor ( hasta hoy).
Por eso tu energía es negativa y de carencia.
Eso es lo único que te pasa.
Y como lo hiciste sin darte cuenta, de forma inconsciente parece que seas así.
Pero no.
No eres así.
Simplemente te has entrenado durante años sin enterarte en la carencia.
Ahora, como ya lo sabes, ya lo puedes cambiar.
No hay truco ni secreto.
Hay entreno.
Si no te lo ha dicho nadie.
Ya te lo digo yo.
Puedes ser abundante y positivo.
No te quepa NINGUNA DUDA.
NINGUNA.
Eres una máquina de crear enegía positiva y abundancia.
Y milagrosa.
Pero necesitas convicción, constancia, compromiso y muchas horas de dedicación.
Donde está tu foco está tu energía.
Y donde está tu energía está tu expansión.
O lo que es lo mismo.
Aquello en lo que te enfocas se expande.
Si quieres vivir en la carencia, enfócate en lo que te falta.
Si quieres vivir en abundancia, enfócate en lo que tienes.
Tu decides.
Te propongo un ejercicio para crear conciencia.
Coge una libretita y un bolígrafo
Llévalo contigo a todas horas.
Y durante unos días cada vez que lleves tu atención a lo que te falta o a lo que deseas y no tienes, anotas una crucecita.
Al cabo de una semana tomarás conciencia de los cientos de veces (o miles en algunos casos) que vives en la carencia.
Y entenderás porque tu vida no es abundante.
No eres abundante porque la abundancia «ni la ves».
Pero de haberla, hayla.
Sólo has de empezar a «mirarla».
Pero no quieras enfocar mañana y pasado tener dinero en la cuenta.
Porque este cuento no funciona así.
Primero siéntete tú abundante.
Y cuando hayas integrado en ti la abundancia.
El resto, ya vendrá.
Como en la naturaleza.
Primero siembra y deja que los frutos maduren y caigan solos.
Que de caer, caen a su debido tiempo.
El Universo funciona con sus reglas.
No con las tuyas.
Sólo hay que sembrar bien y en el lugar adecuado.
En ti.
En tu interior.
Porque lo de fuera sólo te muestra lo que eres.
El exterior sólo es tu proyección.
Así que tú decides qué quieres ser y dónde quieres vivir.
En la abundancia o en la carencia.
Sólo es una decisión.
Como todo en la vida.
Incluso ser abundante.
Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com