Ayer hablé de “la juguetería de sueños”.
De todas las infinitas posibilidades.
Y de pedir.
Pero cuando se trata de pedir, pedimos poco y mal.
Y lo hacemos tan mal que lo poco que pedimos es dinero.
Justo lo que no se puede pedir.
Escribo este post por algunos mensajes que he recibido hoy.
Me preguntaban sobre el dinero y cómo pedirlo.
Siento decepcionarte.
El Universo es abundante.
Pero pedir dinero para pagar facturas o montar negocios, no sirve.
El dinero no es un objetivo.
Es una consecuencia.
El objetivo ha de ser expandirte.
Y cuando te expandas y conectes, serás abundante.
Entonces el dinero será una de las consecuencias.
Pero jamás al revés.
Después de estar cuarenta y cuatro años yendo detrás del dinero para acabar perdiéndolo todo, he aprendido bien la lección.
Y sé de lo que hablo.
Por eso te lo transmito.
Ahora no me esfuerzo.
Sólo sintonizo.
Y me llega lo que me ha de llegar.
Así que hoy te daré unas pautas por si quieres ser abundante y situarte en ese único lugar del Universo donde se suceden las sincronicidades.
Y si lo logras, muy probablemente pagarás las facturas con facilidad.
Porque lo difícil no es pedir.
Ni siquiera saber pedir bien.
Lo verdaderamente difícil es alcanzar ese punto donde se hace realidad aquello de “pide y se te dará”.
Ese punto donde ya existe todo.
Donde existen todas las infinitas posibilidades.
Donde no hay pasado ni futuro.
Ese punto donde todo está unido aunque la mente te engañe y te lo separe.
Ese punto donde ya están la pregunta y la respuesta.
El problema y la solución.
Donde los deseos son órdenes para el Universo.
Donde necesitas algo y aparece.
Lo extremadamente difícil es vivir en ese punto.
En el ahora.
En el estado de “no mente”.
Ese punto de conexión donde todo confluye.
Donde brota la intuición, la creatividad, la energía, la luz, la sabiduría, el amor y la magia de la creación.
Donde no hay identidad, no hay emoción, no hay juicio, no hay opinión y no hay creencia.
Donde dejas de ser tú.
Para ser todo y nada a la vez.
Donde puedes ser lo que quieras ser.
Y te explico porqué.
Tiene una razón.
Si vives mentalmente en el pasado o en el futuro estás en patrones mentales conocidos.
Por tanto, no creas.
Sólo repites tu realidad.
Repites tu vida.
Si vives en el ahora, sin mente, creas realidad nueva porque no hay patrones.
No piensas.
Sólo te abres a la experiencia energéticamente infinita.
Eso es lo extremadamente difícil.
Pero si lo consigues, tu vida se convertirá en mágica.
Pedirás y se te dará.
Necesitarás y te aparecerá.
Ahora mi pregunta es:
¿Qué estás dispuesto a hacer para alcanzar ese lugar?
¿Lo que sea?
¿Incluso perderlo todo y empezar de cero?
Porque crecer y evolucionar hacia ese lugar puede ser un camino sin retorno.
De hecho, lo es.
Donde seguramente perderás muchas cosas por el camino.
Entre ellas, el ego.
Y habrá muchas noches oscuras donde te arrepientas de haber iniciado el camino y quieras volver atrás.
Donde a días hay mucha soledad y mucha incomprensión.
Donde has de romper con hábitos y tradiciones familiares y dejar de ser quien esperan que seas.
Donde uno pierde su identidad y lo que creía ser ya no es.
Donde la historia que te has contado día tras día deja de ser historia y ya carece de importancia.
Porque comprendes que no eres personaje.
Donde eres mucho más.
Donde eres una potente mezcla de energía y humildad.
Es lo que tiene trascender el ego.
Si quieres llegar a ese lugar deberás dejar atrás todos tus hábitos de personaje.
Desaprenderte de todo lo que te han dicho, te han contado o has escuchado.
Aprender a vivir sin pensar.
A no juzgar a nadie ni a nada.
A aceptar que el momento presente es perfecto y el único que podías haber vivido.
A eliminar el ruido mental.
A sentir y a vivir según tu corazón.
A vivir enfocado en tu pasión.
A gestionar tus emociones a cada instante de tu vida.
A aceptar y transitar la rabia, la tristeza y el miedo cuando sea necesario sin dejarte arrastrar por ellas.
A desactivar todas tus reacciones emocionales inconscientes provocadas por la historia de tu personaje.
A eliminar todo lo que no te aporte la energía suficiente y te desgaste.
A priorizarte en lo positivo.
A eliminar todo diálogo negativo contigo mismo.
A entrenar tu mente para que viva en el presente.
A comprender que cada persona es un universo único y que ha venido aquí a vivir su experiencia, no la tuya.
A comprometerte a cambiar tú y no el mundo.
A responsabilizarte con tu evolución y comprender que nadie ni nada ha de cambiar para que tú seas feliz.
A vivir en el amor por ti y por los demás.
A no castigarte ni fustigarte.
A aceptarte a ti y a los demás con todas sus luces y sus sombras.
A no exigirte ser quien no eres porque así eres perfecto.
A tener en cuenta que si no aceptas quien realmente eres nunca conseguirás ser quien quieres ser.
A derrotar a todos tus miedos, absolutamente todos desde el amor.
A dar sin esperar nada a cambio.
A admirar la belleza de todo lo que te rodea y sentirla en lo más profundo de tu Ser.
A respirar consciente y a sonreír.
A permitirte ser lo que quieras ser sin esperar la aprobación de nadie.
A comprender que tú eres parte del Todo y el Todo es parte de ti.
A agradecer todo lo que vives.
A mirar al dolor a la cara, a asumirlo y a no esconderte ante él.
A afrontar los momentos duros de la vida con serenidad y sin quejarte comprendiendo que son parte de tu aprendizaje.
A aceptar que la vida es la que es y no la que te gustaría que fuera, y si algo no te gusta responsabilizarte para cambiarlo desde el compromiso y el amor por ti mismo y no desde la queja y el resentimiento.
A perdonar a los demás desde la comprensión profunda de que cada uno de nosotros hace lo que puede, lo que sabe o lo que ha aprendido según han sido su experiencia vital y que si no actúa de otra manera es porque no ha tenido las herramientas suficientes para hacerlo.
A respetarte, valorarte, reconocerte, aceptarte y amarte como ser humano porque sólo así lo harás con tus semejantes.
A vivir tu pasión y a hacer lo posible para convertirla en tu trabajo.
A expandirte y ofrecerle al mundo y a los demás toda tu luz, todo tu amor y toda tu estrella.
A VIVIR, SER y a SENTIR.
Y cuando lo hayas conseguido, fluye, relájate y respira.
Que lo habrás conseguido.
Serás abundante.
Y sólo tendrás que esperar.
Será cuestión de tiempo que el Universo te provea.
Porque la abundancia no es un lugar al que tengas que llegar.
La abundancia no está en ninguna parte.
Está aquí y ahora.
Como todo.
La abundancia no se consigue.
Sólo se sintoniza.
Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com