Imperfecto pero sabio

By noviembre 12, 2015Espiritualidad

Si lo que pretendes es no equivocarte nunca creo que te has equivocado de planeta.

Precisamente en éste lo tienes mal.

Porque si algo has venido a hacer aquí.

Es precisamente a eso.

A equivocarte.

Y crecer.

Quizá por ahí entre los miles de millones de galaxias que existen.

Igual hay alguna donde haya seres tan evolucionados que no fracasen ni cometan errores.

Pero aquí, de momento, no.

Que yo sepa, somos humanos.

Y nos equivocamos todos.

Sí, todos.

Tú también.

¡Y qué bien equivocarse!

Que lujazo poder decir…

¡Qué contento estoy, he fracasado!

No pasa nada.

Absolutamente nada.

Fracasar es evolucionar.

Es aprender.

Es ser más humano.

Qué gustazo equivocarte y ser capaz de perdonarte.

De permitirte.

De tratarte bien a pesar de fracasar.

De amarte y aprender de tus errores para evolucionar.

¡Equivocarse es vivir!

Que paz caerte y poder levantarte sin reproches.

Sin castigos.

Sin latigazos ni reprimendas.

Eso SI es comprensión, perdón, liberación y compasión.

Es AMARTE con mayúsculas.

Es aceptarte como ser humano.

Es sentir como late tu corazón y permitir que siga latiendo.

Es gozar de la libertad absoluta.

De no tener que demostrar nada a nadie.

Ni a ti mismo.

Tú ERES y punto.

Sólo SE, SIENTE y VIVE.

¡¡¡Experimenta!!!

Y si te caes, te levantas.

Y si te vuelves a caer, te vuelves a levantar.

Pero …¡¡PERMITETE!!

Libérate y demuestra al mundo quién realmente ERES.

Sin miedo.

La perfección es para las máquinas.

La perfección humana no existe.

No existe ni existirá.

Al menos en este planeta.

Es una mera ilusión.

No la busques.

No la encontrarás.

Y te perderás experiencias maravillosas.

Momentos impagables.

Experiencias necesarias.

Y si eres tan tan perfeccionista que te castigas cuando cometes un error.

O no te mueves por pánico a equivocarte.

Pregúntate por qué necesitas ser tan perfecto.

Por qué necesitas ser quién no eres.

Por qué no te aceptas tal y como eres.

Si lo que necesitas es ser perfecto.

Es que estás intentando demostrar algo que no eres.

Y eso ya te está dando mucha información.

Información sobre ti.

Información sobre tu interior.

Información sobre tus carencias.

¿Qué persigues inconscientemente con esa perfección?

¿Quién o quienes quieres que te acepten?

¿Quién o quienes quieres que te valoren?

¿O que te respeten?

¿O que te reconozcan?

¿O en definitiva, quién quieres que te ame?

Yo pregunto…

Si tú no lo haces…

¿Crees sinceramente que los demás lo harán?

AMATE TU y olvídate del mundo.

Sólo entonces el mundo te amará.

Con tus errores.

Con tu autenticidad.

Con tu imperfección.

Con tu humanidad.

Porque mostrarás tu ESENCIA.

No tu ego.

Serás infalible.

Serás TÚ.

Si, con errores.

Pero AUTÉNTICO.

La búsqueda constante de la perfección y la autoexigencia es un autocastigo feroz.

Que te destroza por dentro.

Y en muchos casos no te das ni cuenta.

El castigo de la autoexigencia jamás te conducirá a dónde quieres llegar.

Que inconscientemente es al amor.

Y cuando hablo de amor, ya sabes a lo que me refiero.

A su sentido más amplio.

Reconocimiento, aceptación, valoración, comprensión, atención…

Si para llegar al amor eliges el camino del dolor.

Nunca lo conseguirás.

Jamás.

Olvídalo.

Si quieres llegar al amor.

Has de elegir el camino del amor.

Es de lógica aplastante.

Si hay algo que te acercará a la perfección.

Y digo acercará, porque eres humano y jamás llegarás.

Es precisamente permitirte ser imperfecto.

Es AMARTE.

Es ACEPTARTE tal y como eres.

Eso es AMOR.

Y cuando lo integres.

Estarás allí donde quieres estar.

En tu esencia.

En tu SER.

Que no es la perfección.

Pero es mucho más.

Es la excelencia.

Es la libertad.

Es la aceptación de la imperfección.

Es amor en grado máximo.

Es integrar que aquí y ahora te amas cómo eres, te aceptas y te perdonas.

Y CONFIAS.

Eso es sabiduría.

Todo en la vida juega a tu favor.

Incluso el error.

No es el error lo que te machaca.

Es tu percepción del error.

Equivocarse no es ni de tontos ni de fracasados.

Es todo lo contrario.

Es de sabios.

Porque no hay sabio sin error.

La sabiduría no se tiene.

Se alcanza.

Y el error es la puerta para alcanzarla.

El error es el mayor aprendizaje que puede existir.

Cada día de mi vida agradezco haberme equivocado.

Porque gracias a aquel error monumental que me llevó a la quiebra.

Ahora estoy aquí.

Acompañándote noche tras noche.

Transmitiéndote que detrás del peor error está el mejor sueño.

Que detrás del miedo está la libertad.

Y que si algo trae consigo el error es la humildad.

Ten en cuenta una cosa.

La perfección no existe ni existirá jamás.

Pero la sabiduría siempre ha existido y seguirá existiendo.

Tu decides.

Pero yo de ti, me equivocaría.

Serás imperfecto pero sabio.

Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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