La vida es lo que te pasa mientras estás pensando lo que quieres que te pase.
Y como estás allí donde quieres estar.
No estás aquí, donde debes estar para conseguir estar donde quieres estar.
Porque aquí y ahora es donde sucede todo.
Donde tienes todo tu potencial.
Y donde todo puedes cambiarlo.
Ahora no estás allí.
Estás aquí.
Y si no lo respetas bloqueas tu evolución.
Es como un juego de palabras.
Pero es el gran secreto para cambiar tu vida.
Si quieres cambiarla primero acepta la que tienes.
Porque si la tienes es por algo.
No sólo es por algo, sino que es justo la que necesitas para expandirte.
Sin contracción, no hay expansión.
El sufrimiento y el dolor son combustible para la conciencia.
No vale la pena quejarse.
No sirve de nada.
Es un gasto energético inútil.
Es como ir a poner gasolina a tu coche y quejarte porque te llenan el depósito.
Digo yo que tendrás que llenar el depósito para hacer el viaje ¿no?
¿Qué es la vida sino un viaje?
Quejarte sólo sirve para quedarte en un bucle de sufrimiento y retrasar tu evolución.
En el momento en que aceptes, aprendas y agradezcas, todo cambiará.
Fluirás con la vida.
Y el salto será espectacular.
Rabiando, pataleando, llorando y maldiciendo sólo conseguirás pelearte con ella.
Pero cambiarla, no la cambiarás.
Y si la cambias será temporal.
Porque la vida te volverá a traer más de lo mismo.
Quizá otras caras, otros jefes, otros trabajos, otros países, otras parejas.
Pero más de lo mismo.
Y dirás aquello típico “ ¿es que siempre me ha de tocar a mi?”
Pues sí.
Siempre a ti.
Porque es lo que necesitas.
Pero claro es una necesidad energética.
No mental.
Por eso te retuerces de dolor y maldices al Universo.
O al destino o a quién sea.
Porque tú estás en la mente y el Universo en la energía.
Y con el Universo no se juega.
Por mucho que te empeñes no cambiarás las reglas del juego.
No es que te toque siempre a ti.
Es que hay algo dentro de ti que lo atrae.
Y por eso te llega lo que te llega.
Justo para que te enteres de lo que te falta en tu interior.
Para que mires dentro y pongas luz a tu vida.
Y así puedas “ver” las carencias graves que tienes.
Y sanarlas.
Sólo así podrás dejar de atraer lo que atraes y atraer otra cosa.
Si quieres una vida abundante tendrás que integrar la abundancia en tu interior.
Si quieres amor en tu vida tendrás que integrar el amor en tu interior.
Si lo que quieres es respeto, más de lo mismo.
Y así con todas las necesidades básicas.
Reconocimiento, aceptación, valoración, atención, comprensión, protección y permiso.
Lo que quieras ver fuera, intégralo en tu interior.
Pero echándole las culpas al mundo y discutiéndote con él no lo conseguirás.
Al contrario, te llenarás más de rabia, tristeza o miedo.
Que no dejan de ser tus amigas que también te están avisando de que algo has de cambiar.
Y llenándote de rabia o tristeza sólo conseguirás que el mundo se aleje de ti más todavía.
Cuando comprendas que los demás no pueden darte lo que tú necesitas.
Te calmes, te relajes, te observes.
Y descubras cuáles son tus carencias y te las trabajes.
Es cuando tu mundo empezará a cambiar.
Cuando tu bienestar no depende de ti te conviertes en una veleta emocional.
Y las veletas emocionales desprenden energía de carencia.
Por tanto siempre acaban atrayendo lo que son.
Carencia.
Cuando tu bienestar depende de ti.
Te sientes abundante.
Y atraes abundancia.
Tardas más o menos.
Pero la abundancia siempre llega.
No falla.
Es la ley de la atracción.
Y te lo creas o no, funciona.
Porque es energética.
No mental.
Y a la energía le da igual lo que tú pienses.
Lo único que hace es mostrarte el camino.
Te da justo lo que necesitas a cada momento.
Te guste o no.
Para que te des cuenta y puedas sanar tu vida.
Pero como tú te empeñas en ponerle mente a la vida.
Te bloqueas.
Y no evolucionas.
La energía no entiende de mente.
En realidad, le importan un rábano tus juicios.
Porque los juicios son mentales.
No energéticos.
Ella siempre sabe lo que es mejor para ti.
Y cuando logres hablar el mismo idioma que ella.
Te sorprenderás de lo que te muestra.
Y de lo que te ayuda en tu evolución.
Pero no lo ves porque estás en la mente.
Salte y lo verás.
Por cierto, quien dice energía dice Universo.
Quien dice Universo dice Dios.
Quien dice Dios dice campo cuántico.
Como quieras llamarle.
Pero es el mejor coach que podrás tener jamás.
Así que aprovéchalo que es gratis.
Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com