CELULITA ABRE LOS OJOS (CAP.1)

Había una vez un sistema de una belleza infinita.
Un sistema de partículas estratosféricamente inteligente que bailaba en sincronía. «Algo» lo creó, no se sabe qué, ni quién, ni cómo, ni porqué, la cuestión es que apareció y comenzó a caminar.
Así fue como el sistema empezó.

Se crearon universos, galaxias, estrellas y planetas.
En un planeta llamado Tierra, el sistema decidió montarse un paraíso donde vivirse.
Allí un buen día apareció una partícula.
Le llamó CELULITA.
Probablemente una réplica del SER.

Una hija del sistema.

O el sistema mismo convertido en Celulita.

Celulita, con un poder mágico en su interior, increíblemente empezó a duplicarse y duplicarse y duplicarse y duplicarse sin perder ni una gota de información.

Creció, creció, creció y creció.
No podía ser de otra manera, era la VIDA misma que emanaba de la Fuente Universal.
Brotaba sin cesar con una energía descomunal.

Había venido a SER.

Su propósito era expandirse y
conocerse a sí misma a través de la experiencia.
Celulita se replicó tanto, que se organizó en estructuras celulares de mayor envergadura
Pequeñas criaturas donde vivirse.
Fue creciendo y evolucionando.
Amebas, pececitos y reptiles.
Celulita empezaba a SER, aprendió a sobrevivir.
Los reptiles eran instinto básico.
Poco más.
No tenían sentimientos.
Casi nada se podía pedir de esos conglomerados celulares.
Estaban aprendiendo y dando los primeros pasos de la creación.

Respiraban.

Sobrevivían.
Luchaban.
Se reproducían.
Se alimentaban.
Competían.
Controlaban el territorio.
Se imponían por la fuerza.
Se maltrataban.
Gritaban como fieras salvajes.
Se mataban los unos a los otros.
Respondían automáticamente ante el miedo y la amenaza.
Eran criaturas arcaicas y primitivas viviendo en una primera escala muy básica de la evolución.
Eran solo eso.
Reptiles.

Muy agresivos si se sentían amenazados, pero reptiles, al fin y al cabo.

Ganaban o perdían.

Tan básicos como eso.

El sistema, a través de CELULITA, estaba aprendiendo a sobrevivir….

 

CONTINUARÁ…

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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2 Comentarios

  • José luis dice:

    Estupendo la expresión y la evolución de celulita

  • Francis dice:

    Increíble tu sabiduría y tú habilidad para expresar de manera comprensible lo aparentemente complicado. Enhorabuena Rafa y gracias. Por cierto dejaron de llegarme tus entradas del blog al correo, será por los cambios del blog?

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