Eres un campo de energía vibrando a cada instante.

A simple vista parece que solo eres materia porque tus sentidos así lo perciben, pero eres muchísimo más que simple materia.

Te tocas, te hueles, te ves, te miras, te oyes…

Si.

Existes.

Eres materia.

Pero eso solo es externamente.

Eso es  la fachada.

La máscara.

El cuerpo.

Lo que ves es el traje.

Pero solo es la forma.

Y la forma es forma porque hay un fondo que lo sustenta.

Un fondo que está vibrando.

Un núcleo que está emitiendo desde tus profundidades.

Lo que ves es el resultado de lo que no ves.

La forma de la superfície es la consecuencia de la «no forma» en la profundidad.

Según se mueva tu profundidad, así será tu vida.

Según sea tu MIEDO, tu necesidad, tu apego y tu grado de juicio, así será tu realidad.

Según sea la estructura nuclear que vibra en el interior, así será tu estructura de ataque y de defensa en el exterior.

Nos pasamos la vida luchando para cambiar la forma para no entrar ni asumir el fondo, y así es del todo imposible conseguirlo.

Nos pasamos la vida intentando cambiar al mundo y a los demás para no vernos, ni reconoceros ni sentirnos y así no lo vamos a cambiar.

Mientras no profundices en el núcleo, el «karma» te seguirá persiguiendo por los siglos de siglos, dirás que es «mala suerte» o que el destino no te acompaña.

A veces parecerá que la forma se aclara, que la superfície se despeja, que el «dichoso karma» se aleja y que las cosas empiezan a funcionar.

Pero no.

Será solo un calmante.

Tarde o temprano vendrá la VIDA para arrasarte una vez más, reforzando aquella que creencia, falsa y distorsionada, que los humanos por inconsciencia e ignorancia hemos dado como válida, de que » la felicidad no es para siempre», o aquella otra que es peor, que aparece cuando tienes una racha buena,  …»ay,ay, ay algo malo tiene que venir…»

Y claro que viene.

Viene para embestirnos y decirnos que somos unos automáticos y unos inconscientes.

El «karma» y los obstáculos vienen a decirnos que  estamos huyendo de sentir nuestro dolor, que estamos viviendo la vida desde un sistema muy limitado de creencias , y que encima, somos unos prepotentes que creemos controlarla, que creemos saber de qué va esto cuando, en realidad, no tenemos ni idea.

Ese sistema de creencias, ese dolor y ese miedo originales están muy, pero que muy escondidos.

Están en lo más profundo de la psique.

De la tuya y la de todos, no vayas a creer que solo  te pasa a ti ( en este planeta del MIEDO, no se escapa nadie de esa densidad).

Tan escondidos están ese sistema de creencias y ese MIEDO tan profundos, que parece que no estén.

Pero sí, están.

Están, vibran mucho más de lo que podrías llegar a imaginar y son los que te privan de conectar con la VIDA,  que al igual que ellos, también está  profundamente escondida.

Tan escondida, que la mente, abducida en sus miedos, necesidades y creencias ni la conoce, ni la huele, ni la ve.

Ese cuerpo (el tuyo), que tiene esa vida (la tuya), que se va moviendo por ahí ( tu personaje), montando lo que monta y viviendo lo que vive ( tu película), no es más que un espacio vacío lleno de energía en vibración, movido por unos programas automáticos e inconscientes (la mente condicionada).

Precisamente son esos programas escondidos(supervivencia, competencia, apego, necesidad y juicio, bueno y malo) los que hacen que tu espacio emita una vibración, ajena totalmente a tu voluntad consciente.

Eres un ser co-creador y manifestador de existencia.

Solo hay un problema.

Que mientras tú te crees que diriges tu vida, y estás perfectamente convencido, los programas te ganan la partida porque son mucho más rápidos que tú y la están creando a cada instante sin que te des cuenta.

No estás vivendo la vida.

Estás viviendo la vida que ordenan tus programas.

Estás «robotizado y secuestrado».

Eres VIDA vida en movimiento secuestrada por una cárcel inconsciente.

Mientras no enciendas la luz de la consciencia y no te des cuenta de tu núcleo más profundo, seguirás estando encarcelado y seguirás huyendo del «karma» por los siglos de siglos.

No hay mayor sufrimiento que ser naturaleza expansiva y estar viviendo en una cárcel sin saberlo.

Tu espacio lleno de vitalidad está «hackeado» por unas creencias escondidas, que emiten vibraciones y que están condicionando tu vida sin saberlo.

Mientras te las sigas creyendo, seguirán invadiendo ese espacio tan sagrado.

Con esas vibraciones emitiendo desde la profundidad, luchas en la superfície para transformar tu vida, pero no logras conseguirlo.

Luchas, luchas y luchas, y te desgastas.

Buscas, buscas y buscas, pero no encuentras y si lo encuentras, tarde o temprano, lo vuelves a perder.

Con los años te vas apagando.

Desmotivando.

Estresando.

Entristeciendo.

Bloqueando.

Cabreando.

Deprimiendo.

Te vas desesperando.

Te hartas porque crees que la vida te bombardea y todo te sale al revés de como esperas.

Pero no es la VIDA.

Ella te está bombardenado para que sepas y «veas» que tu vida está dirigida por unas silenciosas pero muy poderosas vibraciones.

Son «tus» vibraciones escondidas.

 

Rafa Mota

 

 

 

 

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

3 Comentarios

  • Carmen dice:

    Muy sabias tus palabras …muchas gracias .

  • Margarita dice:

    Si es cierto , cada vez los bloqueos son más complejos. Gracias por tus consejos .

  • Carmen Almazan Alicante dice:

    Me gustaría que lo que publicas por escrito lo hicieras mediante un audio. Personalmente me gusta leer, sin embargo alguien muy cercano a mi le interesa un tema si está grabado. Mi opinión es que este alguien tan mportante para mi tiene dislexia en algún grado. Si escucha en lugar de leer, lo disfruta y valora cien por cien las enseñanzas gracias por atenderme

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