Hoy es tarde.
Son la una y media de la noche, pasadas.
Acabo de llegar de una cena.
Con vino incluido.
Es lo que tiene escribir los post en directo.
Que me toca escribirlos tal cual, como la vida misma.
Sin red.
Me acabo de sentar sin tener ni idea de lo que voy a escribir.
Pero sé que si no lo hago así, me voy a dormir y hoy te quedas sin post.
Así que he optado por sentarme y empezar, aunque no tenga nada en la cabeza.
Y esperar a que mientras escribo me llegue.
El ser humano es una fuente de inspiración constante.
Pero para que llegue esa inspiración has de dejar el camino libre.
Si no, la inspiración no llega por ningún lado.
Y cuanto más te empeñas en que llegue, peor.
Así que lo primero que has de hacer para inspirarte es soltarlo todo.
Soltar cualquier tipo de expectativa.
No forzar.
Respirar.
Relajarte.
Y no pretender ser nada ni nadie.
El secreto te lo estoy mostrando en directo.
Tal cual.
Dejar que la vida fluya a través de ti.
Como si fueras un canal.
Sólo eso.
Un canal.
Olvídandote incluso de tu identidad.
Cuanto más limpio y más sano, emocionalmente hablando, esté ese canal, más rápido te llegará la información.
Y mucho mejor la transmitirás.
Da igual que quieras pintar un cuadro.
Escribir en un blog.
Dar vida a un poema.
Crear una coreografía.
Hacer esculturas.
Preparar una conferencia.
Da igual lo que sea.
Deja que fluya todo sin mente.
La “no mente” te traerá la genialidad.
Porque en realidad no serás tú.
Sino la vida mostrándose a través de ti.
Pero esto para el ego es una bofetada mortal.
Y hay que estar muy trabajado para aceptar que no eres nadie.
Que en realidad no eres tú.
Sólo son la vida y la energía expresándose a través de ti.
Sólo estando muy trabajado puedes doblegar y trascender al ego.
En la inspiración sólo hay esencia.
En la buena inspiración no hay ego.
No puede existir.
Sino, no es inspiración.
Es otra cosa.
Pero no inspiración.
En la inspiración y la magia no hay identidad.
Hay SER.
Porque la esencia ES.
Pase lo que pase.
Digan lo que digan.
Y piensen lo que piensen.
La esencia ES.
Y no necesita del reconocimiento de nadie.
De ahí que sea tan y tan grande.
Y tan bella.
Pero si entra el ego lo empequeñece y lo estropea todo.
Lo desvirtúa.
Porque pretender ser algo es dejar de ser.
Y la grandeza de la vida precisamente es SER sin pretender ser nada.
Ni hacer, ni aparentar, ni tener, ni creer ser, ni pensar en ser.
La grandeza absoluta es sólo SER.
Tal cual.
Porque ahí te amalgamas con la vida.
Y eso ..ufffff!!
Es absolutamente brutal.
No has de pensar.
No has de aparentar.
No has de creer.
No has de hacer nada.
No has de pretender gustar.
No has de pretender quedar bien.
No has de ser nadie.
Es la paz y la tranquilidad absoluta.
Puede que este post, que por cierto y no te engaño estoy escribiendo del tirón, no te guste, no te convenza o no te llene.
Es posible.
Pero hoy me siento así y me sale del alma escribirlo tal cual, aunque escriba sobre nada en concreto o crea que no debería publicarlo o piense que puede no gustar.
Porque ahora mismo mi ego me está diciendo…” tu eres tonto o qué, cómo vas a publicar este post donde no estás corrigiendo nada?”
Pues sí, soy tonto y te trasciendo.
Ahora ya no existes.
Sólo soy esencia.
Eso es trascender el ego.
No hacer caso a esa vocecita malvada que todos tenemos aquí encima que no nos deja hacer aquello que realmente nos apetece hacer.
Y mientras te estoy escribiendo esto, ella ( la vocecita) sigue dándome la vara.
Diciéndome auténticas barbaridades con tal de que no publique este post.
Pero como esto es un post en el más puro directo y me he decidido a publicarlo salga como salga, anularé la vocecita y la trascenderé.
Esto es dejar que la esencia se exprese a través de mí.
Esto es ser vida.
Esto es soltar el miedo a no gustar.
Esto es soltar el miedo a no ser aceptado.
Esto es soltar todos los prejuicios.
Sin más.
Y si lo hiciéramos más a menudo, otro gallo cantaría.
No sé si otro gallo, pero otra vida seguro.
Más pura.
Más sabia.
Más limpia.
Más inocente.
Más serena.
Más auténtica.
Menos edulcorada.
Con menos psicosis.
Con menos neurosis.
Y mucho más original.
Siempre pensando que…
Creyendo que…
Teniendo miedo a….
Ya está bien.
Deja de tener miedo y lánzate.
Sé simplemente tú.
Haz lo que te salga del alma.
O de donde te salga.
Pero sal ahí afuera y hazlo.
Hazlo con pasión.
Y sin miedo a fracasar.
Porque ser tú, en nigún caso es fracasar, aunque te equivoques.
Es evolucionar.
Es ser valiente y tener el coraje de vivir con el alma.
Corre.
Baila.
Grita.
Salta.
Pinta.
Escribe.
Crea.
Moldea.
Besa.
Actúa.
¡¡¡Sé lo que quieras ser!!!
No has de tener ningún motivo ni nadie te ha de dar permiso para hacerlo.
Con que te apetezca es suficiente.
¿¿¿No crees que es suficiente motivo???
Tu niña.
Tu niño se lo merece.
Y seguramente lo desea.
Pues HAZLO.
HAZ-LO.
Mañana quizá sea tarde.
Y posiblemente haciéndolo descubras quién eres en realidad.
Empieces a descubrir tu verdadera pasión.
Y tu vida, quién sabe, empiece a brillar.
Porque cuando dejas de preocuparte por ser alguien que no eres.
Por gustar.
Por agradar.
Por ser lo que otros te dijeron que tenías que ser.
Por buscar aprobación.
Por buscar reconocimiento.
Por buscar valoración.
Por buscar amor de forma compulsiva.
Cuando dejas de buscar te estás dando el permiso de SER TÚ.
Y siendo realmente tú te conviertes en la estrella de tu vida.
Y ahí es cuando la vida da un giro inesperado y te sorprende una y otra vez.
Aquello que tanto deseabas, que tanto anhelabas, que tanto buscabas de repente, sin quererlo ni pretenderlo, te llega por pura inspiración.
Y la inspiración y la pasión van unidas de la mano.
No es magia.
Es la vida expresándose a través de ti.
Porque cuando te das el permiso, tú eres la grandeza y el secreto de la vida.
Eso sí, para lograrlo sólo has de hacer una cosa.
La única.
Pero difícil donde las haya.
Soltar el ego y perder el miedo.
Trascenderlos.
Observarlos.
Sentirlos.
Escucharlos.
Pero aún a pesar de ellos, dar un paso adelante y seguir siendo TÚ.
El día que lo consigas, la magia, la inspiración y la pasión habrán entrado definitivamente en tu vida.
Rafa Mota
Personal Coach