Llegaste aquí siendo Universo.

Siendo conciencia pura y energía.

Eras parte del Todo.

Y como parte, también eras el Todo.

Tan poderoso como la Naturaleza.

O incluso más.

Porque viniste con la capacidad de ser consciente de tu propia experiencia.

Todo un milagro.

Un organismo magistralmente preparado para expandirse.

Lo traías todo contigo.

Millones de años de evolución en tu ADN.

Información infinita en cada una de tus células.

Energía creadora para alcanzar el mejor de tus sueños.

Y un talento innato.

Con una creatividad y originalidad puras y divinas.

Eso es lo que eras cuando llegaste.

Pero naciste.

Y ahí empezó tu contracción.

Durante años fuiste tejiendo tu personaje.

Fuiste creando tu sombra.

Fuiste elaborando una imagen de ti en base a lo que te dijeron, te hicieron creer o te hicieron sentir.

Pero sólo fue una percepción.

Una grabación.

Un pensamiento.

Una ilusión.

Y te lo creíste.

Te creíste incapaz.

Te creíste sin talento.

Te creíste inútil.

Te creíste sin valor.

Te creíste aburrido.

Te creíste culpable.

Te creíste no merecedor.

Te creíste cientos de burdas historias que no eran verdad.

Todas falsas.

Todas mentira.

Porque tú eras mucho más.

Tú eras el poder universal llevado a la experiencia.

Nadie te enseñó a respirar y respirabas.

Nadie te enseñó a tragar y tragabas.

Nadie te enseñó a sentir y sentías.

Nadie te enseñó a vivir y vivías.

Lo único que hacías era confiar.

Confiar en la vida y fluir.

Jugabas.

Imaginabas.

Y soñabas.

Sin plantearte cómo latía tu corazón.

Simplemente latía.

Y te brotaba la vida por tus venas.

Como todo en el Universo.

Que simplemente fluye.

Simplemente existe y se expande.

Así de sencillo.

Así de grandioso.

Como tu SER.

Como tu verdadera esencia.

Que ahí está esperándote para expandirse.

Para que brilles con luz propia.

Eso sí, para hacerlo has de conectar.

El día que conectes con tu esencia, te expandirás sin sacrificio.

Sin lucha.

Sin esfuerzo.

Porque no habrá limitación.

Estarás conectado con la intuición.

Con la sabiduría.

Con el talento.

Con la creación.

Con la magia que brota del corazón.

Estarás conectado a la vida.

A la que no se piensa.

A la que se vive y se siente.

A la que conocen los niños.

A la que se lleva dentro y late desde el corazón.

A la que, sin proponértelo ni que nadie te enseñara, hace mucho tiempo que aprendiste.

Estarás conectado a la ilusión.

Y haciéndolo, expandirte te será sencillo.

Que no fácil.

Así que conecta y SÉ cómo quieras SER.

Aquello de “yo soy así” o “yo debo ser así” es mente.

Es una limitación.

Un personaje.

Es una distorsión.

Tú no eres así ni debes ser de ninguna manera.

Tú te has “creído” que eres así o has “creído” que debes ser así.

Pero no.

Tú puedes ser cómo quieras ser.

Tú puedes ser lo que quieras ser.

Y tú no eres sombra.

Tú eres luz.

Sólo así convertirás tu sueño en realidad y llegarás donde quieras llegar.

Transformando tu oscuridad para brillar.

Nunca dejes de soñar.

Nunca dejes de jugar.

Nunca dejes de vivir.

Porque viniste aquí para brillar.

Ya lo tenías todo cuando llegaste.

Y lo sigues teniendo aunque la sombra te haya hecho creer que lo has perdido.

Pero tenerlo, lo tienes.

Sólo has de hacer una cosa.

Decidirlo.

Decidir cambiar tu destino.

Decidir brillar.

Y empezar a SER TU.

Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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