¿Te atreves a ser un cero?

By noviembre 17, 2015Espiritualidad

La vida es un viaje hacia arriba.

Un viaje evolutivo.

Es la evolución en la conciencia.

Y se puede vivir de muchas maneras.

Desde la inconsciencia más absoluta hasta la conciencia más trascendente.

Desde el sufrimiento más doloroso hasta la paz más absoluta.

Y todas están en el bombo.

Ese bombo es la Tierra, nunca mejor dicho.

Dependiendo de lo que te identifiques con tu personaje, tendrás una vida u otra.

O muy limitada o muy ilimitada.

Siempre tú decides.

Pero para iniciar este viaje hace falta mucho coraje, mucha valentía, mucho amor y mucha conciencia.

De ahí aquello de “la conciencia os hará libres”.

Porque la conciencia no deja de ser ausencia de miedo.

A mayor conciencia menos miedo.

Eso sí.

Una vez lo inicies no hay vuelta atrás.

Es un viaje hacia la inmensidad.

Es un viaje hacia el origen.

Hacia el infinito.

Y por el camino te vas a tener que enfrentar a todo.

El Universo te pondrá todo tipo de pruebas.

No dejará que te agarres a nada.

Sólo a tu esencia.

Y al final tendrás que enfrentarte a lo más duro.

A ti mismo.

A ti misma.

A tu ego más despiadado y feroz.

Que no te permitirá que te deshagas de él tan fácilmente.

Y adoptará todas las formas habidas y por haber para que vuelva al redil.

Al personaje.

Así que vamos al inicio por si te interesa este viaje.

Lo primero es darte cuenta de que eres sólo un personaje.

Y que puedes dejar de serlo.

Eso sucede cuando ya has sufrido demasiado.

Cuando has llegado a la saturación.

Y quieres dejar de sufrir.

Reconoces que ya no puedes más.

Si no lo has hecho (reconocer) es que todavía no has llegado a tu límite.

Aquí es cuando pides ayuda.

Aquí es cuando empiezas a darte cuenta de que otra vida es posible.

Que puedes dejar de sufrir.

Que puedes dejar de castigarte.

Que puedes dejar de reaccionar compulsivamente.

Que puedes llegar a vivir en paz.

Que puedes creer en ti.

Y es cuando decides empezar el trabajo.

A analizar cómo se creó el personajillo que está moviendo tu vida.

Una vez tomas la decisión, viene el segundo paso.

El autoconocimiento.

Empezar a tratar al personaje.

A estudiarlo.

A estudiar sus conexiones neuronales.

Analizar sus grabaciones emocionales.

A “cazar” sus creencias incrustadas.

A “ver” sus pensamientos distorsionados.

A abrir el inconsciente.

Aquello que muchos llaman “la caja negra”.

Aquel lugar donde se cuece todo.

Allí donde están tus verdaderos miedos.

Aquellos que nunca te han dejado ser quién realmente eres.

Aquí empiezas a darte cuenta de que todo tiene solución.

Que nada es imposible.

Que puedes volar.

Que puedes soñar y conseguirlo.

Que puedes crear aquello que tanto has deseado.

Es cuando empiezas a ponerle luz a tu sombra.

Pero aquí ya no te vale una lucecita.

Hay que ponerle un potente foco.

Un auténtico faro a tu interior.

Porque te estás acercando.

A donde está todo.

A aquello que no te deja SER TU.

A los hilos que mueven tu personaje.

Y digo que hay que poner un faro porque ahí está el origen.

No sólo las carencias, las reacciones inconscientes, las creencias, las grabaciones, los miedos…

Que también.

Sino el origen de todo.

El mayor monstruo que puedas imaginar.

El mayor MIEDO con mayúsculas.

El que te aleja de tu SER.

El miedo a perder tu ego.

A trascender tu personaje.

Aquí es donde te das cuenta de que realmente tienes pánico.

De que el último paso da verdadero terror.

De que es un vértigo llevado al extremo.

Es como lanzarse al espacio vacío infinito.

A la nada.

Es como quitarse la escafandra y volverse volátil.

Sin ego ni personaje.

Da verdadero pavor.

Pero algo en tu interior te dice que si eres capaz de trascenderlo.

Serás infinito.

Serás lo que quieras ser.

Serás energía universal.

Serás lo que has venido a ser.

Evolución en estado puro.

Y ahí es donde todo confluye.

Donde todo se amansa.

Donde el tiempo se para.

Y la vida se baila a ritmo de vals.

De ahí aquello de “tu mayor miedo es ser lo que realmente eres”

Porque para ser lo que eres.

Primero has de ser nada.

Y nada es nada.

Es no existir como personaje en este mundo.

Nada es un cero.

Eso sí.

Si lo logras, serás infinito.

Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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