“No, ahora no, que no puedo permitírmelo”.
“¿Qué van a pensar mis hijos si me ven así?”
“Tengo que ser fuerte y no debo hacerlo”
“Pensarán que estoy triste”.
“Llorar es de débiles”.
¿Te suenan de algo?
¡Pobre tristeza!
La ninguneamos constantemente.
La tristeza está para algo.
Si no, no existiría ¿no crees?
Y al contrario de lo que piensan la mayoría, no es mala.
Ni buena.
Es neutra.
Sólo es información.
Como todo en el universo.
Cuando estás estudiando y quieres avanzar…
O estás preparando una ponencia.
O una tesis.
O lo que sea.
¿Qué haces con la información que llega a tus manos?
Dices …
No, ahora no es el momento.
No me puedo permitir esta información.
¿Qué dirán si me ven estudiando?
Oh, horror, ¡no debo mirar estos libros!
¿O los abres y te informas para evolucionar en tu trabajo?
¿Entonces?
¿Qué te pasa con la tristeza?
¿Por qué no la escuchas?
Si no lo haces, te estás negando a ti mismo.
Y saliéndote del circulito.
Porque si niegas tu estado, niegas tu esencia.
Y te conviertes en una versión distorsionada de ti.
El universo sólo quiere autenticidad.
Y aceptación.
Si estás triste, estás triste.
Lo demás son rollos de la mente.
Y creencias inconscientes.
Si estás triste por algo será.
Acepta que estás triste.
Y descubre por qué y para qué.
Las lágrimas liberarán tu energía.
El primero que dijo lo de “llorar es de débiles” se lució.
Llorar es de auténticos.
Las lágrimas sanan el alma.
Y el cuerpo.
Y las necesitas para convertirte en tu mejor versión.
Pero has de aceptarlas y recibirlas con los brazos abiertos.
Cuando lo hagas, la tristeza se irá por donde ha venido.
Si te resistes y la niegas, se quedará.
Y no solo eso.
Anidará en tu cuerpo.
Y bloqueará tu energía.
Pasará el tiempo y al enquistarse te dará su peor cara.
Creerás que aquella tristeza que ocultaste un día, ya se fue.
Porque ya no estarás triste.
Pero no.
El día menos pensado estallarás.
Contra lo que sea o contra quien sea.
Será esa tristeza convertida en tu peor enemiga.
Y la más destructiva de todas.
La rabia.
Y te hará daño a ti y causarás dolor a los que más quieres.
Si no quieres estar triste, estate triste.
Si no quieres vivir con la tristeza, siente la tristeza.
Otra gran paradoja.
La tristeza te informa de que has de parar para regenerar.
O paras tú o el cuerpo tarde o temprano, te parará.
Y dirás… “no me lo merecía”.
Seguro que no.
Pero la tristeza ya te avisó.
Y tú te creíste más sabio que ella.
Y evidentemente la naturaleza siempre es mucho más sabia que tu ego.
Las emociones existen.
Y están para sentirlas.
Para identificarlas.
Para tenerlas en cuenta.
Y para respetarlas.
No para ningunearlas.
Y negando lo evidente, rechazas el presente.
Y el presente es lo único que tienes.
Es ese lugar donde todo lo que te llega es lo mejor para ti.
Pero como casi nunca estás, nunca lo aprovechas.
Así que si viene la señora tristeza.
No temas.
Ábrele la puerta.
Y ofrécele tu presente.
Porque tu futuro será mucho mejor.
Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com
Excepcional como siempre!!!
A la tristeza se la ve como algon negativo y sin embargo es un indicador muy válido para parar y recomponerse, como bien dices. Porque si aparece es por algo y si se acumula, muy malo.
Gracias.
Muchas gracias Rosa por tu comentario. Un abrazo
Rafa que te echado de menos!!! Gracias por tus palabras una vez mas
Gracias Mila. Estoy haciendo cambios técnicos en la web y en el blog, preparando la gira y tuve que parar un poco el ritmo , pero ya estoy aquí 🙂
Hasta hoy, no comprendia del tido mi rabia y mira tu. Ha tenido que explitar tida de nuevo, que dicho de pado, ojala no hubiera pasado, pero aqui estoy de nuevo, volviendo al prunet escalón
Graciad RAFA, eres especial
Hola Mónica. La rabia en muchas ocasiones es tristeza mal gestionada, arrinconada o dejada en el olvido. La rabia sólo es la punta del iceberg. Es la consecuencia de algo que se mueve en las profundidades. Un abrazo.