¿Donde reside la sabiduría?

By julio 7, 2015Conciencia

 

Hoy os adelanto que voy a ser más que cuántico.

Hoy voy a ser metafísico.

Lo digo por los resistentes a creer según qué cosas.

O por si lo quieres dejar aquí.

Y hacer otra cosa más interesante.

Espero que a pesar de la complejidad, me entiendas.

Si tú eres una gota del océano.

Eres el océano ¿no?

Hasta aquí , de acuerdo (espero)

Sigamos

El Universo tuvo un Origen.

Donde la pregunta y la respuesta siempre estuvieron unidas.

Es decir, el Todo siempre estuvo unido.

Aunque ahora esté separado.

Pues si tú eres parte de un Todo que en un inicio estuvo unido.

Aunque ahora la mente te haga ver que estás separado, eres el Todo ¿no?

Si eres el Todo, lo tienes Todo.

La pregunta y la respuesta.

Por tanto no te falta nada ¿no?

Entonces ¿qué andas buscando fuera?

Estar fuera buscando lo que no te falta es estar siendo imperfecto cuando eres perfecto.

Porque lo tienes todo.

Y el que lo tiene todo no ha de buscar nada.

Sólo encontrarse.

Es decir, conectarse.

Lo que conocemos por iluminarse.

Justo como las bombillas.

Cuando conectan, dan luz.

Cuando no, parece que no funcionen.

Cuanto más conectado, más intuitivo.

Cuanto más intuitivo, más luz

Y la luz no es más que tu auténtica sabiduría.

El conocimiento está fuera.

La sabiduría está dentro.

Pero no puede fluir porque estás lleno de creencias familiares, grabaciones, prejuicios, emociones mal gestionadas, pensamientos limitantes, creencias sociales, religiosas, mochilas inconscientes individuales, familiares y colectivas y un largo etcétera.

Que lo único que hacen es hacerte muchísimo más imperfecto de lo que realmente eres.

En definitiva, lo que te separa de tu perfección.

Al fin y al cabo eres como una cebolla.

Llena de pequeñas y finas capas que hacen que el núcleo no se vea.

Y en el núcleo está la verdadera conexión.

El crecimiento personal se trata de ir quitando capas a la cebolla.

Hasta llegar al núcleo.

Allí donde está Todo.

En el Universo todo es energía.

Y todo está conectado.

La física cuántica así lo demuestra.

Imagínate un triángulo equilátero (tal cual la figura)

A tu izquierda el pasado.

A tu derecha el futuro.

En el punto medio de la base, el aquí y ahora.

Y de la base para arriba, siete planos.

El más inferior, el primero.

El plano físico.

Tu cuerpo.

El más denso a nivel de vibración energética.

El segundo, el plano emocional.

Tus emociones.

El tercero, el plano mental.

Tus pensamientos.

El cuarto, el plano espiritual.

Tu esencia, tu alma, tu espíritu, tu otro yo.

Dile como quieras.

El quinto.

El plano de la distorsión.

Todas tus distorsiones.

Todas las probabilidades de lo que no eres.

Es decir todos aquellos píxeles donde no puedes brillar en el gran lienzo del Universo.

El sexto.

El plano cuántico.

Todas las probabilidades de lo que ERES.

Aquellas que te harán brillar con luz propia.

Y el séptimo y último.

El observador, la Fuente, Dios, El campo energía punto cero, el Éter, el SER.

Lo que tú quieras.

¿Lo tienes visualizado?

Pues ese triángulo eres TU.

Y lo tienes todo ahí dentro.

Hay sólo un punto donde estás plenamente conectado con el Todo.

Allí donde eres la perfección.

Donde no has de ir a buscar nada.

Porque está toda la información del Universo está a tu disposición.

Donde la causa y el efecto coinciden.

Donde la pregunta y la respuesta siempre estuvieron unidas.

Donde existen las sincronicidades.

Donde no funciona la mente.

Que es justo la que separa la causa del efecto.

Y ahí está tu mejor versión.

Y todo lo que tú quieras SER.

En el AQUÍ Y AHORA.

Y ahora traza una línea recta hasta arriba.

Sí, hasta ahí.

Hasta el Observador, La Fuente, El Universo, Dios, Energía Pura.

Dile como quieras.

Ahora ya sabes de donde te viene la auténtica sabiduría.

Y quién eres realmente.

No hay trampa ni cartón.

Hay conexión.

Lo de abajo es arriba y lo de arriba es abajo.

Si no conectas es porque las capas te lo impiden.

Aquí tienes la auténtica la ley de la atracción.

No es atraes lo que quieres.

Atraes lo que eres.

Si eres distorsión, atraes distorsión.

Si eres perfección, atraes perfección.

Cuanto más conectado, más ERES.

Cuanto menos conectado, más NO ERES.

Y la conexión siempre está en el centro.

Tu centro.

No en el de los demás.

Todo lo que no sea tu centro, son distorsiones.

Píxeles donde jamás brillarás ni jamás serás abundante.

Ahora ya lo sabes.

Ponte en el centro.

Equilíbrate.

No te mates visualizando un ferrari ni una mansión.

Primero trabaja para colocarte en tu centro.

Y una vez allí, visualiza

Que si ES para SER tu mejor versión, bajará solito.

Rafa Mota

Personal Coach

www.rafamota.com

 

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

Deja un comentario