¿Te subes a un viaje cuántico?

Hoy voy a sacar mi vena más cuántica.

Hace días que no soy radical.

Pero hoy seré cuántico, radical y autorreferencial.

Y quiero que tú también lo seas.

Que me acompañes.

Porque el mundo está cambiando a una velocidad de vértigo.

Y si lo que quieres es vivir en armonía, triunfar, tener éxito, adaptarte a los nuevos tiempos, vivir en paz interior y dejar de sufrir.

Y de forma fácil y abundante, no tendrás más remedio que cambiar de paradigma.

Y cuanto más radical seas, mayor será tu éxito personal.

El antiguo paradigma se esfuma.

Hoy te voy a llevar a una concepción del mundo totalmente diferente.

Un viaje a otra percepción.

Un paseo cuántico.

Cuanto antes empieces a entenderlo, a utilizarlo y a integrarlo.

Antes triunfarás.

La física clásica de Isaac Newton formulaba sobre un mundo fundamentalmente predecible.

Es decir, se pensaba en un Universo en términos de partículas cuya conducta era conocida y predicha en cualquier momento.

Se limitaban a observar los efectos sin poder intervenir sobre ellos.

Vete despidiendo.

Bienvenido a la física cuántica.

Y a un mundo donde nada es predecible.

Donde vives en un Universo de probabilidades infinitas.

Y la figura del observador colapsa a cada momento cada una de esas probabilidades.

El observador crea la realidad.

El hecho de observar lo cambia todo.

Y el observador, ni más ni menos eres tú.

Acabas de entrar en la era de la conciencia.

Tu conciencia lo modifica todo.

Esto que para algunos suena a secta, a esotérico o a quien sabe qué.

No es nada más ni nada menos que observar.

Observarte a ti y a tu realidad diaria.

Poner una superlupa en tu vida.

Pensamientos, emociones, comportamientos y reacciones pasados por los “superaumentos”.

De nada te sirve estar en la era tecnológica con los avances más estratósfericos jamás inventados si tú eres un autómata reactivo inconsciente que se está destruyendo a sí mismo.

Porque el verdadero poder no está en la tecnología.

Está en ti.

En tu sabiduría interior.

Y en tu capacidad de crear tu propia realidad.

En tu capacidad de observar.

Y de salir de esa inconsciencia que te mantiene dormido.

En el nuevo paradigma, recuperarás todo tu poder personal.

¡Y de qué manera!

Tú eres la referencia y todo está en ti.

Absolutamente todo.

Sé que suena muy radical y cuesta de asimilar.

Pero esto es ser cuántico y el auténtico líder de tu vida.

Todo es energía y todo se mueve por vibración.

Nada sucede fuera.

Todo está dentro.

Y tu realidad es sólo un reflejo de lo que tienes en tu interior.

Con este paradigma, no hace falta que te desgastes hasta la extenuación intentando cambiar lo de fuera en tu vida.

Porque si no cambias tu interior, lo seguirás atrayendo.

Aunque cambies de ciudad, de pareja, de amigos.

Aunque te rompas la cabeza pensando qué puedes hacer.

No son ellos, eres tú.

Lo llevas grabado a fuego.

Y tu atracción energética hace que tu vida se repita sin parar.

Por eso fracasas una y otra vez.

Y caes siempre en los mismos errores.

Porque lo llevas grabado inconscientemente en tu interior.

Es como un programa informático que no te da otra opción.

Y siempre estás repitiendo patrones.

Porque estás referenciado al pasado.

Aunque creas que tú conscientemente estás eligiendo lo que quieres en tu vida, micromillonésimas de segundo antes de tu decisión consciente, tu inconsciente ya ha decidido por ti.

Por eso precisamente eres esclavo de tus automatismos, reacciones y decisiones inconscientes.

Y aunque quieres, nunca consigues alcanzar aquello que tanto deseas.

Y si lo consigues es a costa de un esfuerzo, un sacrificio y un cansancio enérgetico tan grande que a veces tampoco te compensa.

Para que sea más claro.

Si habláramos en términos de procesadores y de bits por segundo.

Conscientemente procesas la realidad entre cuarenta y ochenta bits por segundo.

Inconscientemente la procesas a nueve millones de bits por segundo.

El presente es prácticamente imposible vivirlo con la mente consciente.

La vida que te pasa por delante es la que te crees que ves.

Pero no la que verdaderamente es.

Hay que dominar mucho el arte del aquí y ahora y del inconsciente, para “ver” las cosas que realmente “están sucediendo” y no ves.

Es entrenamiento, entrenamiento y entrenamiento.

Es el «arte de la lupa».

Nada esotérico.

Todo racional y empírico.

En ese arte me entreno yo cada día para poder hacer cada vez mejores sesiones.

Son las causas del efecto.

Tu vida es el efecto.

Y las causas son inconscientes y están dentro de ti.

Es como un gran iceberg.

Lo que ves es la puntita.

Sólo el cuatro por ciento.

El noventa y seis restante va por debajo.

Es inconsciente.

Es energía que no ves.

Pero te cambia lo que ves.

Y todo ello lo llevas dentro sin enterarte.

Son como programas que hacen que tu velocidad se ralentice.

Por eso crees que eres incapaz y no puedes.

Pero no.

Si puedes y eres muy capaz.

Eres un milagro de la naturaleza.

Pero lleno de programas obsoletos que no te sirven para nada.

Te invito a venir conmigo al nuevo paradigma.

Trabaja en tu interior.

Haz consciente tu inconsciente.

Entrénate.

No te preguntes qué le pasa al mundo.

Al mundo no le pasa nada.

Está donde tiene que estar.

Pregúntate que te pasa a ti con respecto al mundo.

Y habrás abierto la caja de Pandora.

Sin esfuerzo, tu vida cambiará.

Aquello que te costaba tanto cambiar, cambiará solo.

Porque no vibrará en tu misma frecuencia.

Desaparecerá o se adaptará a ti.

Porque la solución está dentro.

Y dejarás de sufrir.

Así de energéticamente mágica es la vida.

Así de cuántico es el nuevo paradigma.

¿Te subes?

Rafa Mota

Personal Coach

www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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