Hoy es noche de San Juan.
Noche de fuego.
Por eso te voy a dar una buena herramienta para despegarte de todo aquello que te limita en tu vida.
Hoy te traigo un ejercicio de psicomagia con fuego.
El fuego es principio de vida, iluminación y purificación.
Pero también es pasión y destrucción.
Brilla en el paraíso y quema en el infierno.
Es una dinámica que yo le llamé “la mochila”.
Y es la que te propongo que hagas hoy.
Siéntate en tu sitio favorito.
Ya sea tu despacho, la cocina, tu habitación, el comedor, la despensa, el porche de tu casa…
Donde puedas meditar y escribir tranquilamente.
Un lugar de paz donde nadie te moleste.
Coge papel y bolígrafo.
Siéntate cómodamente.
Cierra los ojos.
Relaja tu cuerpo y deshazte de los conflictos y las tensiones del día a día.
Respira lenta y profundamente.
Coge aire por la nariz, siendo consciente de cómo entra el aire y suéltalo por la boca.
Nota cómo te vas relajando.
Pon atención sólo en tu respiración.
Y cuando hayas pasado unos minutos serenándote y estés tranquilo, deja suelto a tu inconsciente, no pienses, no fuerces.
Sólo déjate sentir.
Olvídate del exterior.
Sólo céntrate en ti y en tu respiración.
Y visualiza una mochila.
De un color que no te guste.
El que más odies.
El que más rabia te de.
Y una vez la tengas, imagina todo aquello que quieres que desaparezca en tu vida.
Cuando digo todo.
Es todo.
Sé sincero contigo mismo.
En el silencio de la visualización has de ser auténtico y fiel a tu más pura esencia.
Y empieza a llenar la mochila.
Insatisfacciones, personas, limitaciones, inseguridades, miedos, frustraciones…
Como si fueran grandes piedras que lastran tu camino.
Y no te dejan avanzar.
Vas llenándola mentalmente cono todo lo que se te ocurra.
Y cuando esté a tope.
Respira dos minutos.
Abre los ojos
Y una de dos.
O escribes una carta con todo lo que has visualizado.
Y soltando toda la rabia, todos los miedos y toda la tristeza que lleva esa mochila.
O bien la dibujas y con ella, todo lo que has visualizado.
Lo importante es que tu mente quede totalmente vacía.
Y que te quede la sensación de haber sacado toda tu “basura”.
Puede ser medio folio o diez folios.
O un dibujo en un mural.
O una pintura.
Da igual.
Lo que fluya estará bien.
Pero todo el dolor ha de salir y ha de quedarse en ese papel.
Cuando lo tengas, dirígete al fuego.
Una hoguera, una chimenea, un brasero…
Hoy lo tienes fácil.
Visualizando que tu mochila arde con ese papel.
Y con ella, todas tus limitaciones.
Visualiza cómo se esfuma todo aquello que no quieres en tu vida.
Y no pienses.
Sólo mira el fuego y déjate sentir cómo la emoción recorre tu cuerpo.
Vive el momento.
El fuego es destructor y liberador.
Purifica tu vida.
Es simbólico.
Pero hoy puede ser tu punto de inflexión.
El fuego destruye.
Pero tú eres la luz que ilumina tu futuro.
Deja que tu mochila arda en el infierno.
Y empieza a soñar.
Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com
te quiero,gracias,me encuentro siempre mejor….Gracias al Universo,te he encontrado !
Claudia, me alegro que estés mejorando !! Un saludo
En este momento necesitaba ver esto ,Gracias por ser