Cómo relajarse y soñar

 

Sólo hay que encender el televisor, ver las noticias, leer los periódicos, visitar las empresas o conducir por la ciudad para dase cuenta de cómo estamos.

Vivimos en un mundo cada vez más competitivo, cada más feroz, cada vez más frenético, cada vez más despiadado, cada vez más inhumano.

Inmersos en una carrera desesperada para ver quién llega más lejos, quién vende más, quién tienes más margen de beneficio, quién tiene más conocimientos, quién aprieta más, quién tiene más de todo.

Porque si no, no eres nada.

Y todo es más, más y más.

Pero cada vez tenemos menos, menos y menos.

Se pone verde el semáforo, tardas en arrancar tres segundos y ya te están pitando como si la rabia les comiera por dentro.

Hablas de amor en público y parece que tengas que estar en una secta.

¿Estamos locos o qué?

¿Cuántas empresas hay felices?

¿Cuánta gente va por la vida tranquila y relajada?

¿Cuánta gente se permite el lujo de decidir lo que quiere en la vida y en el trabajo?

¿Cuántas personas escuchas que te digan “a pesar de tener problemas, soy feliz”?

Y hay una razón a toda esta locura.

Bueno, no es una locura.

Es una distorsión.

La razón está clara.

Nadie se para.

Nadie observa.

Nadie reflexiona.

Ni nadie se plantea nada.

¿A dónde vas? ¿Qué quieres? ¿Cuál es tu sueño? ¿Por qué haces lo que haces?

¿Dónde está todo aquello que deseaste alguna vez?

No eres un pensamiento tóxico andante ni una emoción descontrolada automática que van por ahí sobreviviendo como pueden.

Siempre con el foco en lo negativo.

Eres mucho más.

Estás en la rueda metido como si fueras un ratoncito en tu jaula dando vueltas sin parar.

Abducido por el ritmo frenético que has impuesto a tu vida.

Como si alguien te persiguiese y fuese una carrera a vida o muerte.

Párate.

¿Qué te pide el corazón?

Para la mente.

Deja de pensar.

Siente.

Vive con el corazón.

Vibra con lo que hagas.

La vida es pura vibración.

Si tu vibras, todo vibra contigo.

Dale la vuelta a la vida y cambia tu energía.

Si no te gusta lo que haces, no lo hagas.

Y si no puedes dejar de hacerlo ahora.

Empieza a hacer un plan para cambiar.

Pero YA.

Porque sólo con tomar la decisión, tu energía estará cambiando.

No esperes.

La vida te está esperando.

¿Por qué te crees que la vida te pone delante trabas y más trabas?

Para que evoluciones y crezcas.

¡Si es lo que desea!

Que tú seas feliz.

Cierra los ojos.

Respira hondo.

Déjate sentir.

Imagina.

Vete a tu infancia

Recoge a tu niño, a tu niña.

Pregúntale qué quiere porque igual tú ya lo has olvidado.

Y permíteselo.

Dáselo.

Y vuela.

Vuela alto y siéntete TU.

Coge a tu niño y salta, vuela, juega, corre, baila, ríe, canta y grita.

Hazlo.

¿Dónde está tu alma? ¿Qué es lo que te hace vibrar en la vida?

Da igual.

Lo que sea.

Atrévete.

Vuela, vuela, vuela….vuela alto.

Deja las excusas.

Siempre habrá excusas.

No existe el momento perfecto.

El momento perfecto lo creas tú.

Moviéndote.

Ese es tu poder personal.

No dejes que nadie, absolutamente nadie decida por ti.

Tú eres el creador de tu vida.

Eres pura energía.

Y se contagia.

El triunfo y el éxito personal no se consiguen corriendo y corriendo.

Se consigue haciendo lo contrario.

Parando.

Porque ahí, justo ahí.

En ese instante en el que pares, respires y sientas tu cuerpo.

En el que no pienses, no sientas, no creas, no juzgues, no opines, no te muevas, no hables.

En el que no hay pasado, no hay futuro.

En el que sólo hay ahora.

Ahí conectarás con la vida de verdad.

Justo ahí, está todo.

Ahí es tu espíritu.

Ahí está tu alma.

Ahí es donde empezarás a ser lo que quieras ser.

Sólo has de decidirlo.

Decídete y empezarás a soñar.

Rafa Mota

Pesonal Coach

www.rafamota.com

 

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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