Carta de un emprendedor a quien quiera emprender

By febrero 16, 2015Objetivos

Continuamente estoy leyendo sobre motivación, dirección, liderazgo, esfuerzo, éxito empresarial y mi alrededor está lleno de personas con máster, postgrados, títulos y más títulos, grandes directivos, escuelas de negocios, charlas, conferencias que hablan, hablan y hablan sobre lo que debe hacerse (o no) para ser un buen emprendedor y tener un carrera de éxito.

Pero a la hora de emprender, miau!… ¡qué difícil es! ¡y qué pocos lo consiguen!

Veo constantemente personas que están queriendo cambiar de trabajo, que no están satisfechas, que están estresadas, que se quejan, que no saben qué hacer con su vida, que se sienten explotadas, que hacen muchas horas, que quieren cambiar pero no saben qué, que quieren ir hacia algún lugar pero no saben dónde, jóvenes que están perdidos, que no saben qué camino tomar, que no se deciden sobre qué carrera estudiar, directivos que a pesar de ganar un sueldazo no son felices y están hartos de la presión, personas desmotivadas porque la rutina se las ha comido por completo.

Pero a la hora de saltar, miau!… ¡qué difícil es! ¡y qué pocos lo consiguen!

A todos ellos, si les dieras una varita mágica y les pidieras que hicieran realidad un deseo seguramente dirían ser felices, llevar una vida diferente, cumplir sus sueños y tener éxito. Pero, ¿dónde está el éxito?…

El éxito no está en el dinero, ni en el reconocimiento social, ni en el reconocimiento laboral, ni en nada que venga de fuera. Está en ti. Está en ser tu yo más auténtico y original. Ese, para mí es el verdadero éxito.

Aquél de saberse triunfador por haber conseguido ser uno mismo en la vida, sin engaños, sin escudos, sin ser ninguna marioneta. Aquél donde te reconoces a ti mismo como persona, como esencia, como espíritu, que cada día haces lo que realmente quieres hacer y trabajas en aquello que realmente te apetece trabajar.

Aquél donde tienes una misión por cumplir, siendo fiel a tus verdaderos valores y no a los que otros te imponen, te cuentan o te aconsejan.

Aquél donde no hay excusas, donde no hay crisis, donde tú eres el responsable de tu vida y nadie tiene la culpa de lo que te pasa o deja de pasar, donde si no hay dinero se busca, donde nunca se acaban las horas, donde siempre hay tiempo disponible, donde la mala suerte no existe, donde se sacan recursos de dónde haga falta, donde el tiempo se para, donde estás dispuesto siempre a dar lo mejor de ti mismo, donde el victimismo y la negatividad no existen, donde sólo vive la ilusión y el compromiso, donde sólo existen las chisteras con conejos interminables, y si se acaban los conejos se reinventan las chisteras.

Aquél donde existe la fe, la confianza, la autoestima, el amor hacia uno mismo, el respeto, el conocimiento, la sabiduría, la dedicación, la atención, la paciencia, los sueños, el talento, el trabajo, la habilidad, el esfuerzo, el entrenamiento, la motivación por aquello que quieres conseguir y donde te das el permiso y la libertad suficientes para decirles a todos aquellos que te dicen que es imposible, que lo lograrás, digan lo que digan. Porque si te ponen trabas, si te dicen que es imposible, si no te apoyan, si no te comprenden o si te rechazan es porque jamás lo han intentado, se quedaron en que era imposible o el miedo se los comió.

Eso es éxito. Eso es triunfo. Eso es ser un verdadero emprendedor.

Porque emprender no es montar una empresa, sacar adelante un proyecto o ponerse a trabajar como autónomo. Es mucho más. Es empezar un camino. Es tomar una decisión. Es una forma de vivir. Es comprometerse con uno mismo y con el futuro. Es darse el permiso. Es creer en ti cuando nadie cree en ti. Es tener la confianza necesaria para seguir adelante pase lo que pase. Es caerse y levantarse. Es caerse otra vez, y levantarse de nuevo. Es retar al miedo y plantarle cara. Es fracasar y tener el valor de lanzarte de nuevo al vacío porque sabes que ahí está tu vida. Es una especie de locura. Es pura convicción. Es una forma de entender la vida. Eso es emprender. Y no hay escuela de negocios ni máster que lo enseñe porque surge de tu centro emocional más escondido y visceral.

Porque la vida trata de eso, de sentirse vivo, de sentirse bien, de sentirse apasionado, de sentir esa ilusión que te embarga de arriba abajo, de amarte con todos tus defectos y virtudes, de vivir intensamente la aventura de vivir, con todo lo bueno y todo lo malo, de sentirse agradecido por estar aquí, por despertarse cada día y disfrutar del sol, de las nubes, del cielo, de esta experiencia tan maravillosa que vivimos , de vivir los días cómo los quieres vivir, de disfrutar con el triunfo y evolucionar con la derrota.

Y cuando hayas alcanzado todo esto, estarás en el punto cero.

Serás un emprendedor.

Ahí es cuando podrás empezar a emprender.

Habrás dado el primer paso. Cuando el éxito esté dentro de ti, el de fuera será sólo una consecuencia.

Sé que es difícil pero es posible.

Todo empieza por una pregunta ¿qué vida llevo y qué vida me gustaría llevar?

Ese es el tramo del éxito. El paseo del emprendedor.

Yo me dedico a esto (entre otras cosas). A que encuentres tu paseo. A que encuentres tu punto cero. A que encuentres tu pasión.

Y una vez allí, despliegues alas para volar.

Cree en ti, emprende, vuela!

Cierra los ojos, relájate, respira suavemente, inspira y expira, apaga la luz, vete para dentro, déjate sentir, deja de pensar, conecta con tu centro emocional, ahí en la boca del estómago, viaja a cuando eras niño, a cuando tenías sueños de grandeza, a cuando jugabas, a cuando imaginabas lo que querías ser de mayor, a cuándo vibrabas, a cuando te divertías de verdad, a esa inocencia que todavía perdura dentro de ti, a cuando eras pura esencia y visualiza aquello que te llenaba, aquello que te hacía volar, aquello que hacía que te olvidaras del tiempo… Y lo verás.

Sentirás ese camino. El tuyo.

El del éxito.

Rafa Mota
Personal coach

www.rafamota.com

Rafa Mota

Rafa Mota

Estudié económicas, prefiriendo la filosofía, y viví durante más de veinte años en el mundo de los negocios, del estrés y del dinero sin encontrar nunca esa “felicidad” que tanto buscaba y anhelaba. Hasta que la vida, tras una gran crisis económica, financiera, personal y existencial, me puso en mi lugar. Y me di cuenta de una cosa: el gran secreto de la vida no es ni hacer, ni tener, ni buscar… es SER. Esta es la base del éxito personal.

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