Hoy batiré récords de lectura.
Seguro.
No por mí.
Ni por mi inspiración.
Ni porque el post de hoy vaya a ser mejor que otros días.
Por el título.
El éxito, el triunfo, el dinero o la abundancia son auténticos imanes.
Basta con nombrarlos en el título para que los post tengan el doble de lecturas.
Lo que indica lo buscado que está el auténtico secreto.
Día a día yo te lo cuento.
Aunque sé que a veces no me crees.
Porque cuando escribo sobre autoconocimiento, conciencia y espiritualidad, lo veo.
Me abandonas antes.
O ni me lees.
Sé que quieres rapidez.
Pero el éxito fácil no existe.
O al menos, sin montar la autopista.
Lo fácil y rápido se derrumba rápido y fácil.
Conmigo tendrás el auténtico.
Sin engaños.
Quizá no es el que esperas.
Porque hay que trabajar.
Pero si te llega, es para siempre.
Ya te adelanto que no hay varitas mágicas.
O al menos, no es mi estilo venderlas.
Tengo un buen amigo que trabaja en marketing.
Vendedor agresivo.
Y siempre me dice (como poniéndose nervioso por mi enfoque en el autoconocimiento):
“Déjate de esencia. Lo que deberías hacer es vender éxito, triunfo y dinero .¡Verías como subirías!”
Yo le contesto que si él piensa así, está bien.
Yo no.
No puedo vender algo que no es.
Y menos, “debo”
Sólo hago lo que siento.
Y siento que estoy aquí para otra cosa.
Para transmitir autenticidad.
Y esencia.
Es más lento.
Pero si la encuentras, habrás encontrado el secreto.
Justo el que te llevará al triunfo, al éxito y a la abundancia.
Y por ende al cielo.
Pero jamás al revés.
Porque no te funcionará.
Si quieres triunfar, tener éxito, abundancia, dinero y estar en el cielo.
Encuentra tu esencia.
Y lo que desees ver fuera.
Búscalo, siéntelo y vívelo dentro.
Y habrás abierto la autopista hacia el cielo.
No es fácil.
Pero si quieres conseguirlo, cambia tu interior.
Y tu exterior lo hará sin esfuerzo.
No es magia.
Es vibración.
Pura y dura.
Las culturas milenarias ancestrales ya hablaban de vibración.
Ese sí es el auténtico secreto.
Y te le doy en bandeja, cada día.
Sólo has de seguirme y practicar.
El triunfo no es ni hacer ni tener ni decir.
Es Ser.
Ser auténtico y original.
Tu propósito vital es expandirte.
Como el Universo.
Que para eso eres parte integrante.
Y expandirte significa sentirte realizado y conectado con tu existencia.
En definitiva, SER.
No quien debes Ser.
Si quieres triunfar destierra el “debes” para siempre.
Llegas aquí con todo lo necesario para tu expansión.
Lo tienes todo y te llega todo (los tortazos ¿recuerdas?).
Por tanto, sólo tú conoces tu lugar.
Tu verdadero píxel en este gran lienzo.
Si dejas que te lo digan, entras en distorsión.
Tu vida sólo la puedes vivir y sentir tú.
Son tu cuerpo y tus emociones.
Si la vives en función de lo que otros creen, piensan, dicen o sienten la estás distorsionando.
Porque si precisamente te llega lo que te llega es para que lo vivas tú según tus parámetros.
No los de otros.
Sólo una pregunta:
Cuando vas a comprar ropa y te la pruebas …
¿Con qué talla te quedas?
¿Con la que te va bien a ti o con la talla de alguien que te acompaña?
En la vida, no hay discusión.
Es talla única.
Y tu talla es el triunfo.
El resto es una consecuencia.
Si encuentras tu talla, conectas contigo.
Si conectas contigo, ERES y ESTAS.
Y conectas con todo.
Si ESTAS, vives en el aquí y ahora.
Donde se crea todo.
Si ERES, vives en el corazón.
Donde está la abundancia y el agradecimiento.
Porque el corazón es amor.
Si vives en el corazón, encuentras tus sueños.
Aquellos que te hacen vibrar.
Si encuentras tus sueños, aparece el sentido de dirección.
Porque marcan el camino.
Si hay camino, sabes lo que quieres.
Si lo sabes, aparece tu energía vital.
Aquella fuerza necesaria para mover el Universo si hace falta.
Y cuando logras todo lo anterior aparece la confianza.
En la vida.
Aquella que te permite fluir y confiar pase lo que pase
Esta es tu autopista.
La tuya.
Yo sólo te la puedo mostrar.
Tú la has de sentir, vivir y construir.
Si lo haces, ya estarás preparado para transitar lo más duro.
Durísimo.
«La noche oscura”.
Y si lo logras, habrás topado con el cielo.
El gran secreto.
Te preguntarás qué es la noche oscura.
Te lo explicaré otro día.
Primero construye bien la autopista.
Si no, la noche te destrozará en mil pedazos.
Como a la mayoría.
Y yo te quiero enterito.
Porque quiero subir contigo.
Rafa Mota
Personal Coach
www. rafamota.com