Lo de arriba es abajo.
Como lo de abajo es arriba.
El océano es a la gota.
Como la gota es al océano.
Tú eres a la célula como el Universo es a ti.
El Universo es infinito.
Y el Universo está dentro ti.
El Todo es infinito.
La realidad es infinita.
Pero la mente no.
La mente es finita y hace que tu percepción de la realidad sea finita.
Pero sólo tu percepción.
Tú no.
Tú eres infinito viviendo una experiencia finita.
«Y Dios se hizo hombre».
¿Te suena?
Trasciende la mente y no tendrás límites.
Alcanzarás lo que te propongas.
Sólo hace falta una cosa.
Que te lo propongas.
Nada más.
Y lo conseguirás.
No busques nada fuera.
Porque sólo es tu proyección.
Ahí afuera no hay nada.
No pierdas tu energía ni te esfuerces en buscar.
No exijas a nadie que te de lo que no tiene, no sabe, no puede o quizá no quiera darte.
Ni te enfades cuando no lo encuentres.
Cuanto más lo intentes y más te frustres, más energía de carencia desprenderás.
Y menos lo conseguirás.
Todo aquello que quieras ver ahí afuera, trabájatelo dentro.
La valoración.
La atención.
La aceptación.
La abundancia.
La comprensión.
El respeto.
El reconocimiento.
El amor.
La serenidad.
La calma.
La sabiduría.
La intución.
La genialidad.
La luz.
Todos los estados energéticos de alta vibración no están fuera.
No se hallan en el exterior.
Sólo son un reflejo.
Una prolongación de tu estado interior.
Están dentro.
Ya lo decía Carl Jung:
«Hasta que no hagas consciente lo inconsciente, el subconsciente dirigirá tu vida y lo seguirás llamando destino».
El noventa y nueve como nueve, nueve, nueve… de todo lo que ves es energía en vibración.
Si todo lo que tocas lo llevaras a la micróscopica expresión.
Te darías cuenta de que está vacío.
Es espacio vacío.
En el que sólo hay energía en vibración.
Ahí están todas las infinitas probabilidades.
Ahí está el infinito.
Abajo.
No hace falta ir arriba.
Dependiendo cuál sea tu energía, tu vibración, será tu realidad.
La vida sólo te responde en la misma frecuencia con la que emites.
Si vibras en la carencia, atraes carencia.
Si vibras en abundancia, atraes abundancia.
Si vibras bajo, tu vida se moverá en estados de frecuencia energética baja.
Si vibras alto, tu vida será de freecuencia energética alta.
No falla.
Es energía.
Y la energía es perfecta.
Y lo que hará que cambie tu vibración es la conciencia que lo pongas a tu vida y el trabajo personal interior que hagas día a día.
El resto, no generará cambios profundos y duraderos en tu vida.
Y si los genera, los generará a costa de mucho sacrificio.
De tanto sacrificio que, muy probablemente, para conseguir aquello que deseas ( si lo consigues) habrás tenido que perder cosas importantes por el camino.
Porque desde el esfuerzo y la carencia nunca el éxito es global.
Jamás descubrirás el océano hasta que no descubras y reconozcas la gota.
En la gota ya está todo lo que necesitas.
No necesitas más.
Cuando descubras realmente la gota.
Tu vida se convertirá en un océano.
Y la gota eres tú.
Y todo lo que vibra en tu interior.
Cuando conectes con el origen.
Accedas a tu potencial.
Liberes el pasado bloqueado.
Seas consciente de tu inconsciente.
Gestiones tu energía.
Y seas capaz de trascender tus pensamientos limitantes.
Habrás cambiado tu destino para siempre.
Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com