Esto de vivir es como ir de viaje.
Bueno, en realidad no es cómo ir de viaje.
ES un viaje en toda regla.
El de la consciencia y la energía.
O sea TÚ.
Es TU VIAJE.
Porque tú eres la consciencia.
Y tú eres la energía.
Bajas, experimentas y subes.
Es tu existencia.
Sólo la tuya.
Ni la de tu padre.
Ni la de tu madre.
Ni la de tu família.
Ni la que te dijeron.
Ni la que te contaron.
La tuya.
Y para venir aquí a experimentarla se te concede todo lo necesario.
De lo contrario no podrías ni vivir el viaje ni disfrutarlo.
Sólo llegar se te da un cuerpo.
Una mente.
Un cerebro prodigioso.
Y unas emociones.
Pero tú no eres ni tu cuerpo, ni tu mente ni tus emociones.
Tú eres la consciencia que lo dirige todo.
El cerebro debería trabajar para ti.
No tú para él.
Imagina una diligencia del antiguo oeste.
Los caballos serían las emociones.
Serían la fuerza, la energía, el movimiento.
El cochero sería la mente.
Sería la visión, la inteligencia, el pensamiento.
Y el carruaje sería el cuerpo.
Sería el parapeto, el escudo protector, la carrocería.
Pero tú serías el SER.
El caballero o la dama que viaja cómodamente en el interior.
El que paga el viaje y el que elige el destino.
Tú eres el que manda.
Tú diriges la orquesta.
Nadie más.
El cochero, los caballos y el carruaje están a tu servicio para que el viaje sea lo más placentero posible.
El problema no es el viaje.
El viaje, como todos, tiene momentos agradables y desagradables.
A eso has venido.
A vivir todos los momentos y a reconocerte en ellos.
El problema es que tú no haces tu función.
Y ni siquiera estás en tu lugar.
Porque no sabes que tú eres el SER.
No sabes que eres la consciencia.
Y no sabes que tu misión es crear tu destino.
Por eso tu viaje a veces es un tormento.
Porque es un viaje a ninguna parte.
A veces manda el cochero, que hace lo que le da la gana.
Otras, mandan los caballos y se desbocan.
Y la gran mayoría de veces el carruaje acaba recibiendo los impactos de un viaje muchas veces sin sentido.
Si lo que quieres es disfrutar de esta experiencia, toma las riendas de tu vida.
Pon orden en la diligencia y empieza a marcar la dirección.
Porque tú eres el caballero.
Tú eres la dama.
Tú eres la consciencia.
Y este es tu viaje.
El de nadie más.
Así que súbete a la diligencia.
Dile al cochero que se calle.
Que irá donde tú le digas.
Calma y doma los caballos.
Gestiónalos, abre un espacio donde puedan desahogarse para después poder continuar.
Limpia, saca brillo y cuida el carruaje.
Y empieza a disfrutar del viaje.
Porque el Universo te dio todo lo necesario para poder hacerlo.
Otra cosa es que nadie te lo explicara.
A mi nadie me lo explicó.
Tuve que aprenderlo yo solito.
Y lo que he aprendido me gusta transmitírtelo.
Para recordártelo por si te puede servir.
Porque puestos a viajar…
Al menos, que sea inolvidable.
Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com
Gracias infinitas! !♡♡♡haremos que el viaje sea inolvidable, encontraremos las bendiciones ocultas en las adversidades y seré y Soy la dama de mi vida.
Feliz MARTES
Gracias a ti Verónica. Ya eres toda una dama. Siempre lo fuiste y siempre lo serás. La vida te dio ese privilegio