La vida no trata de ser el mejor ni el peor.
Ni trata de ser positivo ni negativo.
Ni de estar motivado ni de estar depresivo.
Ni de hacer mucho ni hacer poco.
Ni de arriba ni de abajo.
Ni del yin ni el yan.
Ser una cosa u otra es una distorsión.
Es una vida.
Pero no es LA VIDA.
Es lucha.
Es resistencia.
Es correr hacia un lado para no estar en el otro.
Es no ser.
La auténtica vida trata de SER.
Sólo SER.
Sin más.
Saliéndose de la dualidad.
Trata de SENTIR la experiencia.
Y de RECONOCERSE en la vida misma.
Sin etiquetarla.
Sin enjuiciarla.
Sin pasarla por la mente.
Ahí está el poder.
Uno de los grandes dijo una vez “YO SOY”
Eso es la vida de verdad.
Ahí no hay lucha.
No hay sufrimiento.
No eres ni bueno ni malo.
Ni lista ni tonta.
No mejor ni peor.
Sólo ERES.
ERES TÚ.
Con todo tu verdadero potencial.
Y en ese punto la vida brota de lo más profundo de tu alma.
Sin esfuerzo.
Porque has venido aquí a expandirte.
A vivir.
Y si ERES sabes cómo hacerlo.
Lo sabes.
Lo sientes.
Lo intuyes.
No te preguntes porqué, pero lo sabes.
Cuando conectas contigo, respiras y te escuchas el alma sabes qué es lo mejor para ti.
En ese punto eres la sabiduría personificada.
Eres el auténtico poder de la energía.
Otra cosa es que por el camino lo hayas perdido.
Pero SER ya ERAS cuando naciste.
No necesitabas pensar.
Lo hacías.
Lo sabías.
Lo que sucedió es que en el trayecto empezaste a distorsionarte.
O te distorsionaron.
Entre unos y otros mataron a la gallina de los huevos de oro.
Empezaste a creer que eras lo que no eres.
A perder tu poder.
Tu energía.
Tu vitalidad.
Tu creatividad.
Tu genialidad.
Tu autenticidad.
Tu espontaneidad.
Tu talento innato.
Primero por influencia de tus padres.
Después de tu familia.
De tus ancestros.
De tu colegio.
De tus maestros.
De tu entorno.
De tus amigos.
De la sociedad.
De la religión.
De lo que te contaron.
Y de vete a saber quién.
Y después te remataron.
Por el miedo.
Por el qué dirán.
Por lo que podías o no podías hacer.
Por no hacer daño a los demás.
Porque amarse era egoísmo.
Por lo que era correcto o incorrecto.
Por lo era pecado y lo que no.
Por toda una sarta de distorsiones y mentiras basadas en falsas creencias históricamente aceptadas.
Y por todo esa construcción mental levantada durante años.
Por todo esto, de un SER divino, energético, puro, y potencialmente infinito.
Te convertiste en humano, impuro, finito y limitado.
Y precisamente hoy por eso eres personaje.
Porque ni te lo has creído ni te has permitido SER.
Por eso estás bloqueado, roto…
Por eso estás neurótico, psicótico, obsesivo compulsivo…
Por eso estás depresivo, ansioso, perdido, insatisfecho…
Por eso no fluyes con la vida.
Porque NO ERES tú.
Sólo eres tu personaje.
Y lo único que has hecho durante todo este tiempo es construirte tu pequeña casita de cristal.
Y ahí vives.
Limitado y angustiado.
Si te permitieras SER y SENTIR sin más, desaparecerían el noventa y nueve por ciento de todas tus angustias.
Fluirías con la vida y con el Universo.
Y encima serías abundante.
Porque la vida que tienes delante sólo es el reflejo de lo que ERES.
Y si eres personaje, delante tienes la vida del personaje que interpretas.
Desmonta el personaje y sólo SE.
Y descubrirás cómo cambia el cuento.
No es nada fácil SER.
Es lo más difícil que existe.
Es el máster del Universo (nunca mejor dicho).
El SER auténtico es una especie de suicidio.
Es quedarte en el aire.
Es matar a tu personaje.
Es un proceso.
Pero siempre hay un inicio.
Y todo es empezar a dar pasitos.
Es permitirte pensar, hacer,decir y sentir lo que realmente te apetece.
Y empezar a tomar conciencia de lo qu esucede en tu interior
Para acabar convirtiéndote en un experto en ti mismo.
Y sólo SER.
El exterior te puede fallar.
Los demás te pueden traicionar.
Lo de fuera se puede hundir.
Pero el único que no te puede fallar ni traicionar ERES TU.
Porque si lo haces, no estarás viviendo tu vida.
Estarás viviendo la de tu personaje.
Y tú no eres el personaje que te has montado.
Tú ERES mucho más.
TÚ ERES TÚ.
TU ERES EL SER.
TU ERES LA VIDA.
Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com