Un SER HUMANO

Hoy escribiré sobre lo que eres.

Algo a lo que no se le da la importancia que realmente tiene.

Pero la tiene.

Y mucha.

Y no somos conscientes del poder que tienen estas palabras.

Eres un SER HUMANO.

Un SER con toda la grandeza que la palabra conlleva.

Venido a vivir la experiencia humana.

Igual te parece una auténtica chorrada.

Pero no lo es en absoluto.

Tú no eres un TENER HUMANO.

Ni un HACER HUMANO.

Tú eres un SER HUMANO.

No eres ni lo que haces.

Ni eres lo que tienes.

Tu ERES el que ERES.

¿Te suena SOY el que SOY?

Pues precisamente llevas toda tu existencia identificándote con lo que tienes.

Y con lo que haces.

Porque no sabes ni quién ERES.

Y ni siquiera lo has experimentado.

Y experiementarlo es eso.

Sólo SER.

Sin hacer ni tener nada.

Y cómo no sabes SER ni sabes quién eres

Ahí empiezan todos tus problemas.

Existenciales y mundanos.

Tanto da.

Todos.

Porque pretendes SER precisamente con lo que no ERES.

Con el exterior.

Y si para SER necesitas de lo que no eres.

Apaga y vámonos.

Vas directo a la distorsión.

Y a la insatisfacción.

El SER tiene que ver contigo.

Con el interior.

No con el exterior.

Tiene que ver con tu esencia.

No con el ego.

Con el corazón.

No con la mente.

Con TU VERDAD.

No con la de otros.

Cuando SIENTAS la tuya.

Lo que para ti es auténtico y genuino.

Fluirás con la vida.

Y la vida fluirá contigo.

Tu vida será fácil.

Y todo se alineará para tu expansión.

El Universo te pondrá la alfombra roja.

Sé que cuesta de creer.

Porque precisamente no es cuestión de creer.

Ese es el error.

Es cuestión de sentir.

Por eso hay mucho trabajo por hacer.

Más cuanto menos seas.

Y menos hayas sido hasta el día de hoy.

Pero nunca es tarde.

Si la existencia es buena.

Y en este caso será buenísima.

Tendrás que desmontar para volver a montar.

Invertir el orden.

Y reencontrarte con tu SER.

Cuanto menos en silencio estés contigo mismo.

Cuanto más tengas el foco en el exterior.

Cuanto menos sepas acerca de tu profunda existencia.

Y cuanto más olvidado tengas a tu niño o a tu niña.

Que no son más que tus sueños y tu esencia.

Más deberás de trabajar.

Eso sí, si lo haces.

Cambiarás el rumbo de tu historia.

Y sin esforzarte.

Al menos lo que se entiende normalmente por esfuerzo.

Sacrificio, esfuerzo físico, sufrimiento, agotamiento, extenuación…

Lograrás cambiar tu vida.

Porque todo es un sistema.

Cuando tú cambias, todo cambia.

Y como todo es vibración.

Lo del exterior o cambia contigo.

O desaparece de tu vida.

Sin más.

Sin esfuerzo.

Y para que puedas empezar hoy mismo…

Te voy a hacer unas preguntas profundas.

¿Qué sientes que has venido a hacer aquí?

¿Cuál es tu propósito vital?

¿Qué es lo que sientes que te expande?

¿Qué quieres en tu vida?

¿Qué necesitas para sentirte realizado/a?

¿Cuáles son tus verdaderos sueños?

¿Qué es lo que te impide ser feliz?

Ni mucho menos has de responderlas ahora.

Son de una profundidad vital para ti.

Si las respondes bien darán sentido de dirección a tu vida.

Cuando lo sepas.

Cuando SIENTAS TU VERDAD.

El resto vendrá rodado.

Eso sí, las respuestas no pueden venir del exterior.

Nada tiene que ver con lo que te rodea.

Ni siquiera con tus hijos.

Han de venir de tu interior más profundo.

Tienen que ver contigo.

Con tu SER.

Cuando SEAS.

No dudarás.

Lo tendrás claro.

Sabrás qué hacer.

Porque “lo sabrás”.

Sentirás tu camino.

Y al final,tarde o temprano, tendrás.

Porque tener es sólo una consecuencia.

Pero para tener primero has de SER.

Y desde ahí desplegar tu propósito vital.

Sólo así conseguirás expandirte.

Vivir intensamente.

Amar.

Brillar.

Dar luz a tu experiencia.

Y de paso iluminar a los de tu alrededor.

Y al mundo en general.

Porque si estás aquí es para brillar con luz propia.

La tuya.

Y SER lo que eres.

Un SER HUMANO.

Y contribuir a hacer un mundo mejor.

Precisamente más humano.

Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com