Si me vas siguiendo cada día ya sabrás que todo es amor.
Si además me leíste el viernes ya tienes el conocimiento necesario sobre tu existencia.
Y como ahora ya sabes cómo se formó tu personaje.
Cuanto más consciente seas de él.
Más consciente serás de lo alejado o alejada que estás de tu centro.
O de tu SER, como quieras.
Y cuanto más alejado estés de tu SER más distorsionado estarás.
Cuanto más distorsionado, más problemas tendrás.
O percibirás que tienes.
Porque no los tienes.
Sólo los percibes.
Porque en realidad no son problemas.
Son experiencias y señales.
Que vienen a ti precisamente a indicarte lo descentrado que estás.
O lo alejado que estás de tu SER, como prefieras.
Es muy fácil.
Todo se reduce a SER o NO SER.
Y como el SER es amor.
Es una cuestión de AMOR o DESAMOR.
Cuanto menos amor hayas recibido.
O hayas integrado, como prefieras.
Más dolor habrás acumulado.
Cuanto más dolor hayas acumulado.
Más carencias tendrás en tu interior.
O más heridas, como quieras.
Cuantas más carencias en tu interior, más exigente serás con el exterior.
Cuanto más exigente seas con el exterior, más reactivo serás cuando el exterior no te calme.
Cuanto más reactivo seas, menos te calmará el exterior.
Porque tu negatividad repelerá la positividad.
O tu baja vibración no atraerá situaciones de alta vibración, como prefieras.
Cuanto menos atraigas, más sensación de carencia en tu interior.
Cuanto más sensación de carencia, más carencia acumularás.
Cuanta más sensación de carencia acumules menos abundante será tu exterior.
Y como todo es amor.
Cuanto más amor exijas y necesites, menos amor recibirás.
Es un pez que se muerde la cola.
Y cuanto menos amor recibas.
Más problemas dirás que tienes.
Pero como esto no funciona así.
Si tienes problemas, alégrate.
Sólo estás en una distorsión.
No tienes problemas.
Tienes señales.
Para advertirte de que estás fuera de tu SER.
Y ese amor que no te llega.
No es que no te llegue.
Es el que te falta.
O no tienes integrado.
Y no de ahora.
Si no de vete a saber cuándo.
Seguramente de hace muchísimos años.
Pero como todo es una cuestión energética e inconsciente.
Igual ni lo sabías.
Y como ni siquiera te habías parado a pensarlo.
Te crees que tienes problemas.
Pero no.
Tienes señales.
Precisamente para que puedas invertir la rueda.
Salir de la distorsión.
Y volver a empezar.
Porque en la esencia no hay distorsión.
Hay AMOR Y EXPERIENCIAS.
O señales, como quieras.
Pero no sufrimiento ni problemas.
Y mucho menos, desamor.
Si no te vas de tu esencia.
De tu AMOR.
No tiene que venir la vida a mostrarte lo que no tienes.
Porque ya lo tienes.
Y si viene, sólo es para recordarte lo que ya ERES.
AMOR.
Y como dentro, en tu esencia, eres AMOR.
Es lo que te llega.
Pero como la gran mayoría de tu tiempo estás fuera.
Y no dentro.
En lugar de amor.
Percibes problemas.
O desamor.
Pero no son problemas.
Ni desamor.
Son señales.
Así que ya sabes.
La vida no es cuestión de problemas.
Es cuestión de señales.
Lo que hagas tú con ellas ya es otra historia.
Pero…
O integras el amor que no te dieron.
Y te falta.
O tendrás más señales.
Así que no te quejes.
Párate y observa.
Porque las señales también son amor.
El que te falta.
Rafa Mota
Personal Coach
www.rafamota.com