La frase “si yo fuera…” es una ilusión.
Te aparta de tu SER.
Y te lleva a la rabia, a la frustración y a la no aceptación.
Te mantiene en la queja.
Y te traslada a la resistencia.
Es que si yo fuera rubia…
Ya, pero eres morena.
Es que si tuviera dinero, este problema no lo tendría.
Ya, pero no tienes dinero.
Y si lo tuvieras, te aparecería otro problema.
Es que si mi jefe fuera más amable…
Ya, pero tu jefe no es amable.
Y si lo fuera, entonces la borde sería tu compañera.
Es que si hubiera estudiado…
Ya, pero en aquel momento creíste que lo mejor era no estudiar.
Y de haberlo hecho, hoy te quejarías de otra cosa.
No es la vida.
Es tu actitud.
La vida no son problemas.
Son experiencias.
Depende cómo te hables, vives en el estrés y la ansiedad.
O en la paz y en la armonía.
La vida no es “si viviera…”
La vida es ”VIVO”
Vivir es presenciar la experiencia.
No evadirla.
Y si no te gusta, acéptala.
Y desde ahí, muévete para cambiarla.
El condicional es la rendija perfecta para ningunear tu realidad.
Inmovilizarte para el cambio y negarte tu propia felicidad.
Entonces no te extrañe que aparezca la señora rabia.
Que viene a decirte que en la vida, las molestias se gestionan.
Ni se aniquilan ni se esconden.
“Si yo fuera, tuviera o hiciera…” te lleva a un estado irreal.
A una mera ilusión para aliviar el ahora.
Pero si evades tu presente.
Sentencias tu futuro.
“Si yo fuera” conlleva infinidad de afirmaciones inconscientes.
Muy duras, aunque ni te des cuenta.
Que no te aceptas como eres.
Que no valoras tu momento.
Que estás fuera del aquí y ahora.
Por tanto, perdiendo tu mejor oportunidad.
Que no te amas.
Que estás triste con lo que eres.
Que huyes de tu esencia, desperdiciando toda tu energía.
Que te comparas.
Que pones en el foco donde no debes.
Que tu atención está en la carencia.
Y no en la abundancia.
Que estás negando tu identidad.
Que refuerzas continuamente lo que te falta.
Que jamás podrás brillar siendo quién eres.
Que en tu vida estás centrado en la frustración.
Que evades toda tu responsabilidad para mejorar.
Que anulas todo tu poder y liderazgo personal.
Que eliges ser pequeño/a.
Que anulas tu grandeza.
Que eliges NO SER.
Podría seguir.
Pero creo que ya es suficiente.
Dime cómo hablas y te diré cómo es tu vida.
No hace falta el tarot para “ver” que NO ERES.
Con escucharte, hay suficiente.
Trabaja menos, escúchate más y serás más abundante.
No es publicidad, es energía.
La de SER TU
Rafa Mota
Personal Coach
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